Hombre Chileno 14 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Tortura
  • Lugar del evento
  • Coquimbo
  • Fecha del evento
  • 11-11-2019, 20:30 hrs.

Relato de la querella

Según relata M.F.D.O., y sus hijos e hija A.J.P.D., N.H.P.D. D.P.P.D. y K.M.P.D., con fecha 11 de noviembre de 2019, alrededor de las 20.30 horas, M.D.O. se encontraba junto a sus hijos K.M.P.D. y A.J.P.D., en las clases de artes marciales Taewkondo a las que K.M.P.D. asiste regularmente, en la comuna de Coquimbo, cuando al término de dichas clases llamó telefónicamente a su hijo N.H.P.D., para pasar a recogerlo desde donde se encontrase, debido a que había tomado conocimiento de que a esa hora se habían desplegado funcionarios policiales con motivo de las manifestaciones públicas desarrolladas en la ciudad en ese momento. Como N.H.P.D. le informó que se encontraba junto a su hermano D.P.P.D. en un sector aledaño a Plaza Las Américas, en las cercanías de una constructora, de la comuna de Coquimbo, acordaron que pasaría a recogerlos allí.

Así, acudió en su vehículo particular, junto a sus hijos K.M.P.D. y A.J.P.D., rumbo al lugar acordado.

Al llegar al lugar, explican, que se encontraron con barricadas y fuego por todos lados, lo que le dificultó la llegada. Una vez que logró reunirse con sus hijos D.P.P.D y N.H.D.P, estos se subieron rápidamente a la camioneta, tomando D.P.P.D. el volante debido a las complicaciones del tránsito y a lo nerviosa que se encontraba la madre M.D.. Así ella se sentó en el asiento del copiloto y los hijos K.M.P.D y N.H.P.D en la parte de atrás de la cabina, mientras que A.J.D.P se subió al pickup, donde también se habían subido dos jóvenes, a los cuales M.D. afirma no conocer.

Comenzaron a buscar un rumbo para dirigirse a su hogar ubicado en la parte alta de Coquimbo, cuando al transitar por calle Juan Antonio Ríos, de la misma comuna, mientras se encontraban detenidos en una luz roja de semáforo, media cuadra antes de llegar a calle Carmona, fueron interceptados por 3 vehículos civiles de color gris – a saber, Nissan Navara, Toyota Yaris, Chevrolet Sail – uno delante de ellos, otro al lado derecho y otro detrás.

De cada vehículo se bajaron alrededor de 15 personas vestidas de civil, salvo dos que portaban chaquetas verdes con el logo OS7 de Carabineros, quienes les apuntaron con pistolas, obligándolos a bajarse de su camioneta con insultos y amenazas.

Según el relato de D.P.P.D, dos funcionarios le abrieron la puerta. Uno le gritó “bájate altiro concha grande de tu madre” a lo cual él se bajó, propinándole el funcionario dos de patadas que lo tiraron al suelo. Luego lo tomaron de las manos, mientras el segundo funcionario se dirige a la camioneta para detenerla y sacarles las llaves. En ese instante, llega otro agente policial el cual le dio patadas en la espalda, pecho y cabeza, para luego levantarlo mientras le daba cachetas en el rostro, dejándolo finalmente apoyado contra la puerta del conductor.

M.D., quien estaba sentada en el asiento de copiloto, refiere que los carabineros igualmente la bajaron de la camioneta. Vio a N.H.D.P reducido en el suelo junto a otro adolescente que no conocía. Dio la vuelta al vehículo hacia el lado del piloto y se dirigió hacia K.M.P.D, quien se encontraba custodiada por otro carabinero. En ese mismo instante vio también a A.J.P.D., también reducido y esposado en el suelo, por lo que discutió con los agentes ya que su hijo no había participado de las manifestaciones, sino que venía con ella en la camioneta.

Recuerda en este contexto especialmente al funcionario que vestía una chaqueta del OS7, de tez morena, de pelo rizado y canoso, de unos 40 o 45 años, delgado, con un problema al caminar, quien accedió a levantar a sus hijos del suelo, entregando a A.J.P.D. a su madre.

Por su parte, según el relato de A.J.P.D, quien venía sobre el pickup de la camioneta, señala que bajó de la misma al ver acercarse los funcionarios armados. En este punto, el mismo funcionario que vestía una chaqueta del OS7 lo tomó, ordenándole tirarse al suelo con las manos atrás. Posteriormente le dio una patada en las costillas para luego ponerle las esposas, ordenándole ponerse de pie. En ese momento se acercó su madre M.D., por lo que el mismo funcionario que lo agredió le retiró las esposas y se lo entregó.

La víctima N.H.P.D, quien ocupaba el asiento de atrás del copiloto, señala que al acercarse al auto los funcionarios de carabineros, le abrieron la puerta apuntándole a la cabeza, le dieron un par de cachetadas en ambos lados de la cara con las cuales lo botaron al suelo, le pegaron una patada en la espalda y lo esposaron conjuntamente con uno de los jóvenes que venían en el pick up de la camioneta. Luego lo levantaron jalándolo y lo subieron a uno de los vehículos policiales que llegó a reforzar el procedimiento. Agrega que el funcionario que lo agredió vestía también un chaleco OS7, y era de contextura gruesa, con barba.

La víctima K.M.P.D, por su parte, fue obligada a bajarse del vehículo mientras le apuntaban con una pistola en su cabeza. Se le ordenó luego abrir su mochila y vaciar su contenido, a la sazón, equipo para practicar Taewkondo según fue explicado al principio, el que quedó regado en el pick up de la camioneta. Luego, su madre recogió sus cosas, que guardó nuevamente en su mochila.

Así, D.P.P.D y N.H.P.D fueron conducidos en vehículos policiales a la 2° Comisaría de Coquimbo, mientras que M.D., junto a sus hijos K.M.P.D y A.J.P.D, acudió igualmente a la 2° Comisaría de Coquimbo a bordo de su camioneta Chevrolet, que ahora era conducida por un funcionario de Carabineros.

Por último, D.P.P.D y N.H.P.D refieren que fueron ingresados a los calabozos del recinto. Allí, en una sala de revisión, ya sin esposas, fueron obligados a bajarse pantalones y calzoncillos, luego a subírselo. Luego, contra la muralla, y mientras eran revisados superficialmente, fueron golpeados mediante patadas y cachetadas en el rostro.

D.P.P.D y N.H.P.D, junto a su madre, M.D.O., pasaron al día siguiente a control de detención en el Juzgado de Garantía de Coquimbo, donde fueron formalizados por robo en lugar no habitado, en el contexto de saqueos producidos el día anterior.

En los hechos las conductas descritas constituyen el delito de tortura del artículo 150 A del Código Penal, cometido por funcionarios/as de Carabineros de Chile.