Hombre Chileno 19 Años

Admisible

Relato de la querella

El día 11 de noviembre de 2019, aproximadamente a las 18:30 horas, en la intersección de calles Tucapel con Barros Arana, J.E.N.B.S. se encontraba acompañado de su hermana V., su tía D.S. y su prima R.U. En el lugar se encontraban además funcionarios de Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile.

Sin mediar provocación alguna, y sin haber participado en ningún hecho delictual, un funcionario de Carabineros, de rango más alto, les señala a los otros funcionarios “éste está tirando piedras”, apuntando en dirección a J. Por la orden su superior, un contingente de a lo menos cinco efectivos arremeten contra él, no obstante que los familiares de J., y las personas que se encontraban en el lugar, comienzan reclamar por la detención, señalando la falsedad de los dichos acusatorios del funcionario.

Por temor a ser detenido arbitrariamente, J. intenta huir del lugar, pero los funcionarios de Carabineros se lanzan sobre él, uno de ellos tomándolo por la espalda y el otro del cuello, apretando con fuerza y cortándole la respiración. Transcurrieron a lo menos 30 segundos durante los cuales J. era ahorcado, tratándose de librar del brazo del funcionario aprehensor, hasta que comenzó a sentirse mareado y sin fuerzo, dejando el forcejeo, y cesando el funcionario de hacer presión contra su cuello. Posteriormente, aun sujeto del cuello, lo ingresaron al bus institucional de detenidos, donde lo esperaba el mismo funcionario que lo acusó de tirar piedras, quien le espeta “este, hueón es mío [sic]”.

Una vez dentro del bus, es obligado a tenderse en el suelo, boca abajo, siendo presionado por la rodilla de un funcionario, que la apoya contra su espalda y deja caer todo el peso de su cuerpo. Lo esposan y no le permiten levantarse, dejándolo en esa posición por aproximadamente 30 minutos. Posteriormente, un Carabinero le habla, preguntándole porqué estaba en esa posición, a lo que Jorge responde “es que dejan que me levante”, por lo que el funcionario lo levante y le permite sentarse en una esquina del bus.

J. quedó solo en el vehículo con el chofer, a quién previamente había escuchado que lo llamaban por el apodo de “M.”, quien se le acerca y le comienza a apretar las esposas, al mismo tiempo que le gira las muñecas, provocándole un intenso dolor, y haciendo caso omiso a los gritos y súplicas de la víctima para que se detuviera. En seguida, el efectivo se pone cara a cara con J., y le dice que todos sabían que había agredido a un Subteniente, que había cometido un delito y que se iban a encargar de que quedara preso por los 500 días que señala la pena, que eso macharía sus papeles de antecedentes y que perdería sus estudios, todo lo cual llevó a J. a un estado de temor profundo.

Posteriormente, ingresan una decena de funcionarios de Carabineros al bus, sin que ninguna le explicara el motivo de su detención. Estuvo en el bus de detenidos hasta alrededor de las 23:30 horas, sin saber cuál sería su destino, hasta que lo trasladan a la 1ra. Comisaría de Carabineros de Concepción, desde donde lo llevan a constatar lesiones, para finalmente ponerlo en libertad a eso de las 00:15 hrs. del día martes 12 de noviembre.

Como no se le constataron lesiones en forma completa, J. debió concurrir de forma particular al día siguiente a la Clínica Biobío, de la comuna de Talcahuano, donde es diagnosticado con policontusiones de carácter leve.