Relato de la querella
El día 8 de noviembre de 2019, aproximadamente a las 21:00 horas, el adolescente de iniciales C.A.H.M. salió de sus clases de basquetbol en la Maestranza y se dirigió a su casa en compañía de un amigo. Caminó hasta llegar a la Plaza Colón de San Bernardo, ubicándose específicamente en la esquina de calle Urmeneta, momentos en que llegó al lugar un gran contingente de carabineros, quienes comenzaron a disparar sin previo aviso con sus carabinas lanza gases a las personas que circulaba por el sector.
En ese contexto, las personas presentes el lugar comenzaron a arrancar y el adolescente perdió de vista a su amigo, encontrándose solo y de frente con dos patrullas de carabineros desde las cuales bajó personal policial, lo apuntaron directamente al cuerpo con escopetas y le ordenaron que se detuviera, ante lo cual, C.A.H.M. obedeció. Los funcionarios de carabineros lo tiraron al suelo, lo esposaron y estando totalmente reducido comenzaron a proporcionarle golpes de pie en todo el cuerpo, todo, mientras era sujetado por dos carabineros para que no pudiera levantarse.
Tras la golpiza, el adolescente fue llevado por los funcionarios ante otro funcionario de Carabineros de Chile, el que describe de estatura alta, quien le roció gas pimienta directamente a los ojos, en ese momento la victima quedo sin ver nada, totalmente ciego, producto de la irritación que el gas provocó en sus ojos. En esas condiciones, la víctima fue tomada fuertemente de las esposas y lo subieron violentamente a un vehículo policial, arrojándolo contra la estructura del mismo, causándole una lesión en la cabeza.
Luego, el adolescente fue trasladado a un SAPU, en donde fue revisado por personal médico en presencia de dos funcionarios de carabineros que lo escoltaron durante todo el procedimiento, la persona que le constató lesiones no le habló, ni consultó por dolencias ni lesiones, solo lo revisó y tomó nota.
Después de constatar lesiones, C.A.H.M fue trasladado hasta la 62° Comisaria de San Bernardo. Al ingreso, los funcionarios policiales le exigieron que se sacara toda la ropa y una vez desnudo fue obligado a hacer tres sentadillas delante de un funcionario del cuartel. En ese momento, los funcionarios revisaron sus vestimentas y sacaron de uno de los bolsillos del pantalón una piedra, la que, según el relato de la víctima, los mismos funcionarios introdujeron en dicho lugar previamente. Posterior a la revisión con desnudamiento, C.A.H.M fue trasladado a la 14° comisaria de San Bernardo, lugar en que pasó toda la noche detenido. Mientras estuvo ahí, escuchó que llegaron unas abogadas de DDHH, pero no pudo entrevistarse con ellas porque fue separado del grupo y llevado a la cafetería.
Al día siguiente el adolescente pasó a audiencia de control de detención, en la que efectuó la denuncia por algunas de las agresiones que sufrió por parte de los funcionarios aprehensores, la que se tuvo por interpuesta, remitiendo los antecedentes al Ministerio Público, quedando citado para el día 13 de noviembre, a las 10:00 horas. Una vez liberado, el adolescente fue trasladado por su madre hasta el Hospital Parroquial, lugar en el que constató lesiones, siendo diagnosticado con “traumatismo cráneo-encefálico leve y traumatismo en la rodilla derecha”.