Hombre Chileno 16 Años

Admisible

Relato de la querella

El día 6 de noviembre de 2019, alrededor de las 14:00 horas, N.G.G., de 16 años, se encontraba participando de una manifestación pacífica y de carácter familiar que se desarrollaba en la Plaza de Puente Alto, donde había centenares de personas.

En un momento, un grupo de unas treinta personas, entre ellas N.G.G. comenzaron a caminar hacia el norte por Avenida Concha y Toro, ello con la intención de que la manifestación se extendiera a los alrededores de la Plaza de Puente Alto, y además, asegurar que las personas en la plaza pudieran seguir manifestándose y no fueran dispersadas por la policía.

El grupo avanzó hasta la esquina de Concha y Toro con Tocornal, donde divisaron que desde el norte por la Avenida se acercaban dos vehículos tipo retén de carabineros, además de un piquete de funcionarios a pie. Estaban apuntando en dirección a los manifestantes, y comenzaron a lanzar lacrimógenas, las cuales intentaban ser devueltas por quienes intentaban proteger la manifestación. El grupo continuó avanzando hasta la esquina de Gandarillas con Avenida Concha y Toro, lugar en que las fuerzas policiales arremetieron con más fuerza y dispersaron con lacrimógenas y disparos de perdigón a los manifestantes.

Ante la acción de los funcionarios de Carabineros, las personas que formaban el grupo arrancaron, en su mayoría, por calle Gandarillas, mientras N.G.G. se quedó en el lugar, tratando de resistir a los gases, sin intención de escapar, ya que quería exigir su derecho a manifestarse. En ese momento, unos 8 funcionarios de Carabineros de Chile se abalanzan sobre él, uno de ellos con un golpe de pie en las piernas lo hizo caer al suelo, y los demás comenzaron a golpearlo con puños, pies, bastones de servicio, y escudos, en la vía pública.

Posteriormente, los funcionarios intentaron arrastrarlo y llevárselo detenido, a pesar del forcejeo del adolescente, quien les decía que no se encontraba haciendo nada malo, siendo ingresado a uno de los retenes móviles. Al interior del carro policial, se encontraban unos diez funcionarios de carabineros, hombres y mujeres, siendo N.G.G. el único detenido. En ese momento, totalmente reducido y sin ninguna posibilidad de defensa, la víctima fue golpeada brutalmente por todos funcionarios de carabineros que lo custodiaban, con golpes de puño, escudos, culatas de escopetas y bastonazos en los brazos, abdomen cabeza y la nuca, dejándolo muy aturdido y con un corte en la frente, al mismo tiempo que le propinaban diversos insultos, y lo amenazaban diciéndole que, ante la mínima resistencia o reclamo, la golpiza sería aún más fuerte. Una carabinera le decía “ahora entiendes lo que sentimos cuando nos pegan camotazos, pendejo culiaó (sic)”. Lo amedrentaban hablando entre ellos, discutiendo sobre llevarlo a Valparaíso o a San Antonio.

La víctima fue finalmente trasladada a la 20° Comisaría de Puente Alto. Estando en la comisaría, se encontraban algunas personas que pertenecía a alguna organización de vecinos, quienes se acercaron para preguntarle por su estado. La víctima no alcanzó a hablarles, porque la misma funcionaria que lo había insultado y golpeado en el carro no se lo permitió y se lo llevó a un lugar en que no tenía contacto con otras personas.

Luego, esa misma funcionaria llamó a su madre, señalándole, antes que ésta llegara, que emitirían un informe para el director de su colegio, solicitando su expulsión. Fue obligado a lavarse la cara ensangrentada antes de que llegara su madre, quien se presentó en la unidad policial alrededor de las 15:30 horas. La víctima se encontraba muy golpeada y desorientada producto de los golpes en cabeza y nuca, y tenía manchas de sangre en toda la ropa. Le fue entregado a su madre, sin ser antes anotado en el libro de detenidos, ni fue apercibido para ser citado a un tribunal, no quedando registro alguno en la comisaría sobre su detención. Tampoco fue conducido a constatar lesiones en ningún momento, a pesar de que el adolescente pidió ser llevado. Ante ello, la funcionaria que lo custodiaba le contestó “no seas barsúo, si andabai haciendo desorden, no te vamos a llevar a constatar nada…(sic)”.

Al día siguiente, 7 de noviembre de 2019, la víctima concurrió a constatar lesiones al SAPU Alejandro del Río de Puente Alto, donde se describe aumento de volumen en la zona frontal del cráneo, equimosis en la zona cervical, y escoriaciones en manos y brazos, diagnosticándosele traumatismo craneoencefálico leve y contusiones en cuello y extremidades superiores.

Producto de sus lesiones, la víctima debió hacer reposo algunos días, y seguir tratamiento farmacológico con analgésicos. También ha tenido algunos signos de ansiedad y cambios de ánimo asociables a un cuadro de estrés post traumático.