Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El martes 5 de noviembre de 2019, la víctima de iniciales D.V.V.G., luego de salir del colegio, con su mochila y patineta, se dirigió a un paradero de locomoción colectiva para retornar a su hogar, caminando por el costado de la parroquia de Viña del Mar, sin embargo, por no haber locomoción producto de las manifestaciones caminó hacia calle Quillota. En este trayecto inclusive habló por teléfono con su madre comentándole la situación.
Con posterioridad a esa llamada, la víctima refiere que “LE CAE UNA BOMBA LACRIMÓGENA CERCA”, razón por la cual corre en dirección a calle Arlegui, refugiándose en un pasaje para protegerse, momento en que se ve encerrado por dos vehículos policiales, en uno de esos vehículos el menor reconoce a un funcionario policial participante, SUB TENIENTE M.O. con otros cuatro funcionarios más, momento en que le dispararan con un metro de distancia aproximadamente en su muslo derecho. Posteriormente, lo toman arrastrando y lo suben al interior de uno de los vehículos donde es conducido a la 1ra Comisaría de Viña del Mar.
Al interior de la comisaría, el adolescente refiere que, al momento de hacer el procedimiento de entregar sus pertenencias, y debido a que tenía un anillo que no podía sacar, lo amenazaron de manera directa con una tijera de “CORTARLE EL DEDO SI NO PODÍA SACARSE EL ANILLO”, razón por la cual, sumado al miedo, se rompió parte de la piel, con el objetivo de lograr el cometido.
Asimismo, refiere que, durante el trayecto hacía la comisaría, y estando ya en la misma, fue objeto de constantes burlas por parte de funcionarios policiales. Inclusive señala que recibió patadas en su pierna, donde que tenía heridas producto de los disparos de perdigones.
Igualmente, señala que fue llevado a constatar lesiones mucho tiempo después a su detención, y que un funcionario de carabineros habría llamado al SAMU, producto de que las heridas estaban sangrando mucho. Cuando SAMU llegó, y habiendo revisado al joven, informan a carabineros que “EL JOVEN DEBÍA SER TRASLADADO AL HOSPITAL GUSTAVO FRICKE”.
Estando en el Hospital, el menor pudo conseguir un celular para informar a su abuela materna que se encontraba herido en el Hospital, ya que, su madre habría sido comunicada que lo habían detenido, sin embargo, le dijeron que el menor se encontraba en buen estado. Con esta información, su madre fue al Hospital a verlo.
En el Hospital le tomaron radiografías, que habrían revelado que el menor tenía cinco balines de metal incrustados en su pierna derecha, siendo posteriormente trasladado a cirugía para la extracción de dichas municiones, logrando extraer solamente tres de ellas.
Cabe hacer presente que, en el Hospital, el menor refiere que estaba con mucho miedo, intimidado por el funcionario policial que lo custodiaba, y pidiéndole a su madre que no quería volver a la comisaría, lo que desencadenó en que su madre pidió autorización para irse con el menor a la comisaría. Llegando a la comisaría el menor tuvo que separarse de su madre y fue dejado en libertad alrededor de las 12:35 horas.
Las lesiones en su muslo derecho, provocadas por disparos de escopeta antidisturbios, mantienen pronóstico médico legal de MEDIANA GRAVEDAD, según del dato de atención de urgencia (DAU) emitido por el Hospital Gustavo Fricke.
Por lo tanto, las conductas descritas en esta presentación constituyen el delito de tortura del artículo 150-A del Código Penal, cometido por funcionarios de Carabineros de Chile, como se argumentará a continuación.