Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día 04 de noviembre de 2019, aproximadamente a las 17:00 horas, H.R.M.H., se encontraba transitando por calle Orompello, entre calles O´Higgins y San Martín, de la comuna de Concepción, mientras se desarrollaban manifestaciones en el lugar.
Fue en ese momento que el vehículo lanza gases de Carabineros pasa por esa calle, se sube a la vereda y descarga gas lacrimógeno a menos de un metro de distancia de la víctima. En consecuencia, la víctima queda paralizada, momento en que llegan siete u ocho efectivos de Fuerzas Especiales, quienes lanzan a la víctima al suelo y uno de ellos le colocan la rodilla en la cabeza presionando su rostro contra el cemento. Luego, llega al lugar el retén móvil de Carabineros de Chile, suben a la víctima dejándola boca abajo y procediendo los funcionarios a caminar por encima de la víctima, pisándola, para luego propinarle golpes con sus bastones de servicio, así como también golpes de puños y de pies.
Seguidamente, la víctima logró sentarse, ante lo que uno de los funcionarios a bordo le dijo: “ah, vos soy rebelde” procediendo a colocar su brazo alrededor de su cuello y ejercer presión, con el fin de asfixiarlo.
Mientras M.H. era trasladado a la Primera Comisaría de Carabineros de la comuna de Concepción, los funcionarios comentaban frente a la víctima: “llevémoslo a la primera, o dejémoslo botado”.
Una vez en la referida Comisaría, los funcionarios le dicen “si le dices algo a los INDH te va a ir peor”. Una vez que la víctima se encontraba en el calabozo, uno de los funcionaros pregunta quién de los detenidos quiere constatar lesiones, manifestando la víctima que él quería concurrir a la constatación, a lo que el funcionario responde “aquí te cociste por sapo, guatón, culiao, ñoño conchetumadre”.
Una vez que arriban al centro asistencial, funcionarios comienzan a agredir con golpes de pies y puños en su cuerpo a fin de que baje del vehículo policial. En el centro asistencial, trascurren alrededor de veinte minuto, luego de los cuales uno de los funcionarios le dice “ya, vamos” a pesar de que la víctima no había recibido atención. En el trayecto de regreso al recinto policial, continuaron propinándole golpes de pies y puños en el cuerpo de la víctima, para finalmente dejarlo en el calabozo de la comisaría siendo liberado a las 01:00 horas aproximadamente, bajo la amenaza de “si haces algo te vamos a matar”.