Relato de la querella
Desde el día 19 de octubre del 2019, en el contexto de las jornadas de protesta y movilización social que envuelven a nuestro país, el Instituto Nacional de Derechos Humanos ha realizado labores de observación en calles y hospitales.
Es en este contexto se recibió el relato de F.A.M.M., quien refiere haber sido insultado y golpeado por Carabineros. De acuerdo a su relato, la dinámica de los hechos fue la siguiente:
“El 28 de octubre me detuvieron de manera ilegal, yo andaba como ayudante de la cruz roja, andaba con la cruz roja en mi brazo. Estaba afuera de ABC Din, en calle Prat, eran como las 17:45 horas Carabineros nos estaba replegando, yo empecé a tomar fotos a un carabinero que nos estaba amenazando con una escopeta y que me dijo: “te estoy dando la oportunidad de que arranquis” en eso más gente lo increpó y otro carabinero empezó a increparme, y el de la escopeta me empezó a agarrar por la espalda, le corrí la mano y se me tiraron 3 carabineros encima. Me subieron a una patrulla. Subió a lado mío un carabinero con casco y antiparras, me puso el gorro del polerón en la cabeza y me inclinó la cabeza hacia abajo, yo no podía ver a donde me llevaban. Luego me empezó a pegar en el tórax, no sé con qué, no podía ver nada porque estaba con la capucha [del polerón].
Antes de subir al vehículo me esposaron. Me pegaron varias veces, yo estaba con las manos esposadas hacia atrás. Había taco así que nos demoramos en llegar a la 2° comisaría, me dejaron en el corral. Nos tuvieron a la intemperie, y estábamos todos mojados, estuve como 2 horas ahí y me llevaron a constatar lesiones al Miraflores.
Llegué esposado al consultorio, el doctor pidió que me sacaran las esposas, carabineros estuvo presente en la constatación, eso fue más o menos como a las 19:14 horas. Luego volví a los corrales, estuve ahí hasta como las 1:00 am. No pude hablar con los abogados, justo cuando llegaron me llevaron al calabozo. Nos dejaron en el calabozo toda la noche con las ventanas abiertas, hacía frio, estaba lloviendo. Lo hicieron como castigo. No estuve esposado en el calabozo, pero me negaron las visitas. Estaba todo mojado y no dejaron pasar a mi familia. A las 9 de la mañana me llevaron a la audiencia de control de detención.
Cuando nos bajamos en el tribunal, un carabinero desfundó su arma y nos apuntó. Le preguntamos para que sacó el arma y dijo: “para reventarle la cabeza a todos los weones”. Tenía el nombre tapado como por debajo del chaleco. Éramos como 12 los que estábamos esperando en un furgón y volvió a desfundar el arma, nos amenazó antes del juicio. S.A. fue el que me tomó detenido y J.M. al parecer el que me pegó, el que me amenazó tenía oculto el nombre. En el consultorio me dieron medicamentos, pero carabineros no me los entregó, tampoco la constatación de lesiones”.