Mujer Chilena 29 Años

Admisible

Relato de la querella

La víctima relata que, en la madrugada del 26 de octubre del año 2019, alrededor de las 02:30 horas, mientras se dirigía junto a un amigo a comprar en el sector de Playa Brava (Playa Brava con Capitán Pedro González) de la ciudad de Iquique, perciben que hay un enfrentamiento cruzado entre manifestantes (quienes lanzaban piedras) y Carabineros de Chile (quienes disparaban gases lacrimógenos y balines/perdigones).

Sin formar parte del enfrentamiento, ni de cualquier otra manifestación, deciden cruzar; sin embargo, Carabineros de Chile, de forma agresiva no los deja pasar, a lo que la víctima le indica que no hay toque de queda y que por favor los deje transitar libremente, generándose una discusión. La víctima señala que entre dos funcionarios lo intentaron ingresar al carro policial, oponiendo resistencia, por lo que lo toman entre 4 o 5 Carabineros y le realizan “una llave”, esposándolo fuertemente, recibiendo un golpe con una luma, siendo posteriormente ingresado al vehículo institucional. Señala que en el vehículo policial un funcionario de Carabinero lo amenazó diciendo: “si yo quiero, te puedo matar”, sin poder distinguir a los funcionarios, pues tenían escudos y casco. Lo trasladaron a la Cuarta Comisaría de Iquique, en donde intentó sacar su celular para llamar a un amigo y pedir auxilio, sin embargo, se lo quitaron. En la misma comisaría una funcionaria de Carabineros le hizo comentarios inoportunos y humillantes, refiriéndose a él como “lesbiana”. Luego, señala que lo trasladaron a constatar lesiones. La víctima alude que no reconoce el lugar en donde se realizó la constatación, que fue todo muy extraño, aparte no lo examinan a totalidad, por lo que le pide al médico que lo examinara bien. En el box, con la cortina cerrada sin que Carabineros pudiera ver, la víctima asustada le ruega que le diga dónde está, que lo ayude, que tiene miedo, a lo que el profesional sólo mueve la cabeza señalando que “no” y ante a la insistencia de la víctima el médico abre las cortinas del Box perdiendo privacidad. Una vez en la comisaría nuevamente, la víctima indica que lo obligaron a firmar un documento que indicaba que estaba en estado de ebriedad.

Posterior a ello, concurre a constatar lesiones de forma independiente siendo diagnosticado como “poli contusión general” y ordenando a realizarse radiografía a extremidades.