Relato de la querella
El jueves 24 de octubre de 2019, cerca de las 23.30 horas, el domicilio ubicado en Calle La Unión 1405, Villa Renacer, comuna de Carahue, en la que viven 9 personas, entre las cuales viven tres niños y niñas, la menor de dos años y la mayor de 10 y dos personas con discapacidad; fue atacado por un piquete de carabineros, integrado por 9 funcionarios, quienes al margen de toda normativa, racionalidad y proporcionalidad irrumpen en el inmueble, disparando y haciendo ingreso al patio del hogar, lanzando gas lacrimógeno y nuevamente procediendo a efectuar disparos de escopetas.
Ese día, en la esquina de calle Porvenir, se desarrollaba un caceroleo masivo, en el que participaban numerosos/as vecinos y vecinas, incluidos niñas/os, jóvenes y personas mayores. Las protestas eran pacíficas, masivas y realizadas por los habitantes de ese sector poblacional de la comuna de Carahue.
Carahue es una comuna pequeña, que se caracteriza por desconocer hechos de violencia policial como los que se relatan en el presente recurso. En efecto, la población de la comuna alcanza los 26.562 habitantes, 54,87 % es rural. Se trata como se señala, de una comunidad tranquila, específicamente el sector en el que suceden los hechos, una población de trabajadora/es.
Ese día, las personas adultas por las cuales se recurre, estaban mirando desde el frontis de la casa que habitan la manifestación que se desarrollaba en su pasaje y vieron como un grupo de jóvenes corrieron por fuera de su casa. Detrás de ellos iba carabineros. Ellos refieren que se trataba de personal del GOPE y del retén de Carahue.
Sin que existiera peligro inminente para terceros o la integridad del personal uniformado, tal cual puede apreciarse en el video que se acompañara a la carpeta de investigación, el piquete de carabineros se dirige apuntando sus armas, y se introduce disparando directamente al domicilio de las víctimas.
Estos funcionarios, una vez que disparan al interior, requieren que salgan las personas a la calle, cuestión que no hicieron por el temor de verse expuestos a la violencia policial.
Las mujeres adultas, como dueñas de casa les indicaron que no habían manifestantes en la casa, y que solo había moradores que se domicilian en dicho inmueble, y que se fueran, porque habían niños en la casa; “pero al contrario, dispararon bajo el auto que tenemos estacionado en el antejardín, e hirieron a nuestro perrito en su patita con perdigones… luego dispararon hacia adentro por la ventana de la cocina, quedó la marca del vidrio quebrado, mi cuñada les insistía en que habían niños durmiendo, ahí se asoma desde el segundo piso y le dicen escóndete cabro culiao y disparan, pero no le llegó… allí estaba durmiendo mi sobrina chiquitita de 2 años, ese vidrio igual tiene la marca del disparo”.
Indica además que las niñas de la casa quedaron muy afectadas, no quieren salir de la casa y menos ver a carabineros.
Un vecino logra filmar lo ocurrido. En el video, es posible apreciar que 4 carabineros corren en dirección al domicilio de los recurrentes, dos de ellos provistos de escopetas encabezan al piquete, y proceden a disparar directamente al interior del domicilio. Salvo algunos insultos, no se advierte ningún riesgo a la integridad de ellos o de terceros, que justifique dicho actuar. No se observa el lanzamiento de piedras u otros objetos contundentes.
Una vez realizados los primeros disparos, se incorporan más carabineros y, sin autorización o situación de flagrancia que justifique su actuación, proceden a ingresar al patio del inmueble y efectuar nuevos disparos al interior del inmueble.
Dispararon al interior de la casa, en dirección y a la altura de una persona de estatura media. A pesar de que los dueños de casas advirtieron la presencia de niños y niñas, no dejaron de disparar. Por el contrario, rociaron el interior con gas lacrimógeno, dejando la pequeña casa irrespirable.
Luego de disparar los perdigones, los recurrentes señalan que lanzan un gas que viene en un frasco y que con las lacrimógenas lanzadas en la calle el aire se hace irrespirable en la casa, debiendo estar fuera de esta con las niñas hasta las 3 de la madrugada, y que los efectos duraron por al menos dos días (lo cual fue constatado por un equipo de prensa que fue a grabar).
Indican que los vecinos les señalaron que en el procedimiento estuvo el capitán del retén de Carahue.
Los disparos fueron 3 a la ventana del dormitorio del segundo piso y dos en la ventana de la cocina (primer piso). Indican que los carabineros no les dieron ninguna explicación, no se preocuparon si habían herido o afectado a algún integrante de la familia, al contrario “se burlaban de nosotros, nos decían ándate pa’ entro hueón, andai con tu hijo afuera (no se podía respirar dentro de la casa)…”. Los carabineros se retiraron cuando ya no quedaban personas manifestándose, como una hora y media después de la agresión a la familia.