Mujer Chilena 50 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Tortura
  • Lugar del evento
  • Quillota
  • Fecha del evento
  • 23-10-2019, 18:00 hrs.

Relato de la querella

De acuerdo al relato de la víctima, R.I.M.V., el día 23 de octubre de 2019, aproximadamente a las 17:10 horas, refiere haber vivido violencia sexual, daños y el robo de su equipamiento profesional por parte de Carabineros de Chile, en la Comuna de Quillota, región de Valparaíso.

Según sus dichos, el hecho ocurre cuando se encontraba caminando de regreso a su hogar, en la comuna de Quillota, luego de una atención domiciliaria de podología, oficio que desempeña. Dicho trayecto lo efectuaba de manera rápida, pues conocía que en su ciudad el toque de queda comenzaba a las 18:00 horas.

Estando apenas a unas cuadras de su domicilio, fue interceptada por un vehículo policial de Carabineros de Chile, placa patente Z-7533. Del vehículo descendieron tres funcionarios armados, uno de ellos la arrincona a una pared, comenzando a insultarla, dos de ellos la tocaron, apretando sus senos, además de recorrer su cuerpo con un arma, situación que ella define sentir como “una violación”. Mientras, un tercer funcionario la apuntó con un arma diciéndole “si te mueves te mato”, le apuntaba a la sien, y luego a un ojo directamente. Finalmente, le quebraron sus lentes ópticos que requiere por un diagnóstico médico de miopía.

En este contexto, además fue víctima de insultos, la trataban de “perra”, “maraca” (SIC), ella les pedía que se detuvieran, explicándoles que vivía muy cerca, que regresaba de su trabajo, que se desempeña como podóloga, pero le respondían “ay todas dicen lo mismo, estas maracas prostitutas”.

Agrega que entre dos funcionarios le quitaron su mochila a la fuerza, y la registraron, encontrando sus implementos de trabajo, camilla y encontraron una bolsa con zinc que ella usa para los tratamientos de podología, a lo que reaccionan diciéndole “llevas polvo blanco” y “material subversivo”, ella sigue tratando de explicar, y pidiendo que se detuvieran pues a toda vista era podóloga, pues iba vestida con su delantal de trabajo donde estaba bordada su especialidad, a la vez que mostraba su vestimenta.

Finalmente, refiere que el personal policial pateó la camilla para masajes que ella llevaba, dañándola, y llevándose la mochila en que cargaba sus implementos de trabajo, dejándola en total desamparo y crisis.

La afectada, aún conmocionada refiere que corrió hasta su hogar, donde la esperaba su hija de 11 años, y se encerró a llorar en un baño y guardó silencio sobre lo sucedido. En días posteriores, pudo contar lo sucedido a una persona de confianza, colega de trabajo, quien es padre de un funcionario de la Policía de Investigaciones (PDI), quien le sugiere denunciar la situación, cuestión que finalmente realiza y que se estaría investigando.

Pese a que los funcionarios policiales no llevaban su identificación reglamentaria, sí recuerda que el funcionario que la apuntó con el arma, era un teniente, porque los otros dos funcionarios, se referían a él como tal. También recuerda otras características físicas de estas personas, datos que entregará directamente en Fiscalía, en el marco de la acción correspondiente.

A dos meses del hecho, aún se encuentra con tratamiento psicológico por las agresiones sexuales y amenazas de muerte proferidas en su contra. Tampoco ha podido trabajar, debido al robo de sus implementos.

En los hechos las conductas descritas constituyen el delito de tortura del artículo 150 A del Código Penal, cometido por funcionarios/as de Carabineros de Chile.