Hombre Chileno 49 Años

Admisible

Relato de la querella

Desde el día 19 de octubre del 2019, en el contexto de las jornadas de protesta y movilización social que envuelven a nuestro país, el Instituto Nacional de Derechos Humanos ha realizado labores de observación en calles y hospitales.

Es en este contexto, la Sede Araucanía recibió el relato de I.S.R. quien relata la agresión ilegítima sufrida por parte de funcionario de Carabineros el día 23 de octubre de 2019, aproximadamente a las 20:30 horas. I.S.R. vive en la ciudad de Ercilla. A pocos metros de la avenida principal, avenida Ercilla, por el frente, cruzando la avenida, hacia el norte, se ubica la Subcomisaría de Ercilla, lugar que ese día se encontraba fuertemente custodiado, con una tanqueta en su exterior incluso. Después de que I.S. estuvo participando de una concentración que se realizó en la plaza de la ciudad, las personas ahí autoconvocadas iniciaron una marcha que transitó por calles de la ciudad y la Avenida Ercilla.

Refiere la víctima: “Yo me regrese a mi casa, había estado en una marcha pacífica que se hizo en la plaza (Ercilla), y aproximadamente a las 20:30 me fui a mi casa, andaba caminando, me fui solo de la plaza antes, pasé a buscar el pan y me fui; llegué a mi casa, me senté a cenar con mi señora, con mi nieta (3 años) y con mi hija (11 años) adentro de la casa, estábamos terminando de cenar cuando mi señora me dice “viene la marcha, vamos a mirar”, y ella sale afuera y salen las niñas, y en eso [ve que] sale carabineros lanzando agua y disparando para todos lados, para disolver una marcha pacífica donde andaban niños y mujeres. Entonces yo salgo a mirar al portón de mi casa y le digo a mi señora que entre a las niñas y en eso me doy cuenta que la policía estaba disparando y me manda el escopetazo a quemarropa, y yo sentí el impacto pero no asimile cuando de repente me empezó a correr sangre por aquí (barbilla), en el brazo derecho y en la pierna derecha. Estaba al interior de la reja de mi casa, y si yo no me gano adelante el impacto lo recibe mi hija de 11 años y mi nieta de 3 años que estaba atrás mio, y mi señora también tocó un perdigonazo fue un rebote no más pero igual tocó un perdigonazo. Tiene que haber estado a unos 20 metros. Iba la gente arrancando de la marcha, mujeres con niños, los vecinos del barrio iban arrancando, que recibieron perdigones en las nalgas, en las piernas, pero ellos no quieren hacer la denuncia. Yo no estaba en la manifestación afuera como para que el tipo hubiera disparado para mi casa, si la gente que iban corriendo eran mujeres y niños, niños chicos. Después con la sangre y todo fui a reclamarle a Carabineros y según ellos yo andaba infiltrado en la marcha. Obviamente fui a encararlo que me debían una explicación, pero me echaron a empujones y amenazas me corretiaron.

De ahí llegaron personas conocidas, yo soy funcionario del CESFAM, tuve que ir a hace la constancia ahí, después nos llevaron a Victoria donde nos tramitaron llegamos a las 10 de la noche y nos atendieron a la 1 de la mañana.

… [cuando] me iba al consultorio en eso pasó la tanqueta y otra vez me tuvieron apuntado afuera del Liceo, lanzando improperios, acusaciones, de una forma desatada.

Nos atendieron súper mal, me sacaron el perdigón que estaba las superficial, el del brazo, pero el de la pierna no me lo podían sacar porque supuestamente dijeron que lo botaba solo. En el Hospital de Victoria quedó la evidencia, radiografías.

Estaba mi hija, mi nieta y mi señora, porfavor, si yo no me gano adelante en el portón le pegan el escopetazo a mi hija.

La gente iba arrancando desde la avenida Ercilla por Tucapel hacia Guacolda, o sea, hacia el lado sur. Mujeres y niños, fue de un momento a otro y la gente arrancó porque viven ahí, los vecinos arrancaron a sus casas, y todos asustados y los niños llorando.”