Hombre Chileno 24 Años

Admisible

Relato de la querella

Conforme al relato de la víctima, el día 22 de octubre de 2019, alrededor de las 17:20 horas, en el contexto del estado de excepción constitucional de emergencia decretado por el Gobierno, V.E.A.C., se dirigía a su domicilio procedente de la casa de su madre.

Al llegar a la Plaza de Puente Alto se encontró en medio de una manifestación pública, momento en el que funcionarios del Ejército lo conminaron a tirarse al piso, para luego golpearlo con la empuñadura de una pistola en el rostro, produciéndole una herida sangrante en la ceja derecha y agredirlo con golpes de patada en diversas partes del cuerpo. Mientras era golpeado, la víctima intentó proteger su cuerpo adquiriendo posición fetal, tomando sus piernas con sus manos, momento en que un militar no identificado percutó su arma, hiriéndolo de bala en el hombro izquierdo.

Después de haber recibido los golpes y el disparo, la víctima fue informada por el militar que le disparó que iba a ser trasladado a la 38° Comisaría de Puente Alto. Al llegar a la Comisaría, justo antes de bajarse del vehículo institucional que lo trasladaba, el mismo militar que le había disparado lo amenazó diciendo: “mira maricón y la conche tu madre… si tú le dices a alguien que yo te pegué el escopetazo, te voy a matar”, a lo que la víctima respondió: “pero si tú fuiste…”; ante esa frase de la víctima, el militar reacciona diciéndole: “tenís que decir que fue una bala loca”. Otros militares que iban en el mismo vehículo le decían: “tenís que decir que fue una bala loca, sino te vamos a tirar otro balazo y te vamos a tirar por ahí…”.

Una vez en la 38° Comisaría de Puente Alto, la víctima, por temor a las represalias de los militares, repitió a Carabineros de Chile la versión de que había sido herido por una “bala loca”. Sin embargo, los funcionarios de Carabineros no permitieron su ingreso al recinto debido a que presentaba heridas sangrantes, indicándole a los militares que no podían aceptarlo porque venía herido y después podrían culparlos a ellos por esa situación.

La víctima fue nuevamente subida al vehículo militar y trasladada sin conocer su destino, sangrando abundantemente de su hombro. Durante el trayecto, los funcionarios del Ejército que se encontraban presentes aplastaban su herida con el pie mientras le decían: “llora ahora, maricón”, “si querís bajarte del camión, tenís que aprenderte los himnos militares”. Su condición física seguía empeorando mientras era maltratado por los militares, al punto que uno de ello dijo: “para, porque se está desangrando…”. En ese momento, los militares le realizaron una curación superficial de sus heridas, le amarraron con cordones de su zapato y después de aproximadamente 2 horas, lo liberaron en las cercanías de la estación del Metro Protectora de la Infancia, comuna de Puente Alto, dejándolo solo, herido y sangrando.

Una ambulancia que pasó por el sector lo llevó al consultorio ubicado en calle Luis Matte Larraín con Avenida Las Nieves, comuna de Puente Alto, para que le realizaran curaciones. Sin embargo, debido a la gravedad de la lesión que la víctima presentaba en su hombro izquierdo, en el consultorio sólo le curaron la herida de la ceja y luego fue trasladado al Hospital Sótero del Río, donde le realizaron un TAC – scanner-, radiografía y suturaron la herida del escopetazo. En los días posteriores a los hechos ha debido regresar a dicho Hospital, pues ha tenido dificultades respiratorias.