Relato de la querella
El día 21 de octubre de 2019, V.M.V., según su relato, alrededor de las 15:30 horas se dirigía desde su domicilio ubicado en Av. Portugal frente al Parque San Borja, en la comuna de Santiago, a realizar algunas compras al supermercado Santa Isabel que está ubicado en la intersección de Av. Portugal con calle Rancagua.
La víctima se encontraba caminando en dirección sur por Av. Portugal, y al llegar al paradero de buses que se encuentra pasando calle Marcoleta, por la vereda oriente, vio que en la vereda de al frente, justo fuera de la entrada suroriental de la Casa Central de la Universidad Católica, se encontraba un piquete de funcionarios de Carabineros de Chile.
A esa hora se desarrollaban algunas manifestaciones en el sector de la Alameda Bernardo O’Higgins, pero las personas y vehículos transitaban con cierta normalidad por las calles paralelas y que atravesaban dicha avenida. En ese momento, la víctima sintió un ruido de escopetas, y se dio cuenta que el piquete estaba disparando a los transeúntes que pasaban por el lugar, sin que hubiese existido ninguna provocación ni agresión de parte de las personas que por ahí circulaban.
La víctima se dio cuenta de que estaban disparando, y aunque trató de apurarse para evitar los proyectiles, fue impactado por un perdigón en su glúteo derecho a pesar de no haber participado en ninguna acción de violencia ni amenaza, y no existiendo en el lugar ningún tipo de enfrentamiento entre los transeúntes y los funcionarios policiales. La víctima vio, además como otras personas eran heridas, lo que motivó que algunas personas reclamaran a carabineros, sin conseguir que estos ayudaran a los heridos, ya que se mantuvieron siempre en una actitud intimidante y agresiva hacia las personas.
La víctima se dirigió hacia la residencia de un amigo en calle Marcoleta con Lira. En ese lugar, revisó su herida y constató que el proyectil no había quedado alojado en su glúteo, sin embargo, había traspasado el pantalón y le había provocado una herida penetrante con solución de continuidad de la piel.
Posteriormente, V. se acercó a un puesto de voluntarios de la Cruz Roja ubicado en Vicuña Mackenna, en donde atendían a los heridos de las manifestaciones, donde fue asistido y le realizaron curaciones en su herida. Producto de sus lesiones, la víctima presentó dificultades para caminar, cojera que mantuvo por un par de días. Además de ello, debió realizarse curaciones y tomar analgésicos y antiinflamatorios.