Hombre Chileno 22 Años

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  • Institución del querellado
  • Ejército
  • Delito investigado
  • Apremios ilegítimos
  • Lugar del evento
  • Puente Alto
  • Fecha del evento
  • 21-10-2019, 19:45 hrs.

Relato de la querella

El día 21 de octubre de 2019, alrededor de las 19:45 horas, en el contexto del Estado de Excepción Constitucional decretado por el Gobierno, N.A.G., según su relato, se encontraba participando de una manifestación pacífica integrada por vecinos del sector, a las afueras de la estación Protectora de la Infancia de la Línea 4 del Metro de Santiago, en la comuna de Puente Alto.

En ese lugar, las personas se encontraban tocando cacerolas, otros hacían sonar tambores y, en general, se trataba de una manifestación de convocatoria familiar y no violenta. Unas horas antes, relata la víctima, se habían producido algunos enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros de Chile, pero a la hora en que él se encontraba en el lugar todo estaba tranquilo, no había desórdenes y faltaban algunos minutos para el toque de queda, por lo que los vecinos se encontraban fuera de sus casas, pero en las cercanías, tocando sus cacerolas.

En ese momento, aparecen vehículos militares, un jeep y dos camiones con funcionarios del Ejército, quienes irrumpieron en el lugar a unos 50 kilómetros por hora. Las personas se dispersaron rápidamente; sin embargo, desde los vehículos, los militares empezaron a disparar a quemarropa y sin distinción contra las personas que se encontraban en el lugar.

La víctima se encontraba en el bandejón central de Avenida Concha y Toro fuera de la estación Protectora de la Infancia, y ante los disparos comienza a correr en dirección al poniente, hacia su domicilio en calle Las Fucsias, momento en el cual recibe 3 impactos de perdigón en el cuerpo, dos en la espalda, los cuales no quedan alojados, y un tercero en el glúteo izquierdo, el cual queda incrustado. Algunos pobladores del lugar se me acercaron para ver si había recibido una bala o un perdigón, pero sólo se podía ver que me había dejado un orificio.

Al día siguiente, N. fue a la Clínica Vespucio donde se le realizaron las primeras curaciones. Luego, el día 23 de octubre, con la finalidad de tener una segunda opinión, particularmente sobre el perdigón incrustado, se dirigió a la Clínica Dávila, donde le informaron que el perdigón se encontraba alojado en el glúteo a unos 6 centímetros de profundidad. El proyectil no le fue extraído por el riesgo que implicaba la operación, debiendo evaluarse nuevamente esta posibilidad en el futuro. La víctima estuvo haciéndose curaciones por un período superior a un mes.

N. realizó la denuncia al Ministerio Público, y a la fecha ya le han tomado declaración, encontrándose citado al Servicio Médico Legal para realización de peritajes en el contexto de la investigación iniciada.