Hombre Chileno 31 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Apremios ilegítimos
  • Lugar del evento
  • Temuco
  • Fecha del evento
  • 21-10-2019, 19:50 hrs.

Relato de la querella

Desde el día 19 de octubre del 2019, en el contexto de las jornadas de protesta y movilización social que envuelven a nuestro país, el Instituto Nacional de Derechos Humanos ha realizado labores de observación en calles y hospitales.

Es en este contexto, se recibió el relato de H.V.Z., trabajador, de 31 años, quien mientras se encontraba manifestándose pacíficamente en las cercanías del Hospital de Temuco, recibió impacto de perdigones en su cabeza por parte de Carabineros.

De acuerdo al relato de la víctima, la dinámica de los hechos fue la siguiente:

“El lunes 21 de octubre del 2019 se realizó una manifestación en la que participé que estaba concentrada en los alrededores de las calles Montt con Caupolicán. Al tratar de escapar de la marcha por represión violenta de carabineros, busco refugio en el edifico Doña Carmen ubicado en Las Heras 549, eran aproximadamente las 19:10 hrs., en las escaleras anteriores a la entrada, empezaron a disparar y los que estábamos en ese lugar nos tiramos al suelo, había varias mujeres, unas 10 a 15 personas, la mayoría cabritas. Yo trabajo en reparto en bicicleta por eso ubicaba ese edificio y le dije a mi polola que nos refugiáramos en ese lugar. Luego de que cesaron los disparos entramos al lobby del edificio y estuvimos aproximadamente unos 40 minutos.

Al tratar de irnos de ahí salgo yo y otras 4 personas aprox., y miré hacia Montt y había como 7 carabineros de FFEE parados con sus armas y Claro Solar se veía despejado por eso decidimos caminar en dirección a Claro Solar y avanzamos por el costado del edificio y cuando llegábamos a la esquina a unos 5 a 10 metros antes nos dimos cuenta de que en la esquina había un zorrillo y había un carabinero al costado que nos apunta ante lo cual corrimos de vuelta hacia el hall del edificio (nuevamente hacia Montt) porque me dio miedo, y en cosa de segundos empezó a disparar, escuche unos 3 o 4 disparos aproximados. No miré hacia atrás pero es probable que el carabinero haya avanzado algunos metros pues desde el lugar donde estaba primero el ángulo no le daba para dispararnos. Era un Carabinero de fuerzas especiales, el uniforme como nuevo, me disparó por la espalda, el impacto fue tan fuerte que me botó al suelo y otra persona también que se encontraba en el lugar también cayó por el impacto, a él se le lleno de perdigones la espalda y glúteo. Recibí un perdigón en la parte lateral trasera del cuello, por el costado derecho, y en la cabeza, en la parte de atrás el impacto de otro proyectil que me dejó una herida de unos 5 centímetros aproximadamente en forma de corte. El impactó lo sentí aproximadamente unos 5 metros antes del ingreso de la puerta del edificio, y al caer quedé muy cerca de la puerta, me arrastré un poco y luego me paré. Entré al Hall, con la mano en la cabeza atrás, me pasaron una toalla para estancar la sangre, quedé boca abajo harto rato y me prestó primeros auxilios un joven que es interno de enfermería en el hospital. Luego llamamos a la ambulancia que nunca llegó, y por eso llamamos a un uber y en este vehículo nos fuimos al consultorio amanecer, lo decidí porque pensé en que los otros centros de atención podrían estar colapsados o era difícil llegar.

En el consultorio Amanecer, ahí al cortarme un poco el pelo se dieron cuenta de que tenía medio balín en la nuca, el técnico paramédico que me atendió. También tenía la herida de un balín en el cuello, y que previamente me sacaron cuando me hicieron los primeros auxilios en el edificio. Me quedó también una herida en la rodilla de la pierna izquierda debido a la caída, la que fue producto de la fuerza del impacto que recibí en la cabeza.

El doctor del consultorio Amanecer don Claudio Tebache Retamal decide mandarme al hospital en ambulancia. Antes de subirme a la ambulancia un carabinero me pide el carnet y le saca una foto. En el hospital me bajé de la ambulancia y esperé en la sala de espera de urgencia unos 15 a 20 minutos. En ese lugar me tuvieron en un camilla, un doctor me vio la herida después de harto rato y me mandó a hacer rayos, luego volvimos y esperé hasta cerca de las 4:30 de la mañana una doctora dio ordenó que me suturaran, resulté con 4 puntos y luego me dieron de alta.

No entiendo por qué me dispararon, porque nosotros no estábamos ejerciendo ninguna acción en contra de carabineros ni de nadie, sólo tratábamos de salir de ese lugar, irnos para la casa, por lo que la acción de carabineros de dispararnos por la espalda fue injustificada.

He pensado muchas veces y repasado mentalmente el hecho, y no le encuentro explicación.

Quedé con un pitido en el oído y recién después de una semana ha empezado a disminuir, y en la visión también se ha visto afectada, lo que ha ido disminuyendo con el curso de los días.

En mi caso además también sufrí amedrentamiento psicológico en sala de espera de urgencia del hospital regional por carabineros de civil sin identificación, una mujer y dos hombres. La mujer se sentó a mi lado a contarme una historia extraña y luego a hacerme preguntas, y uno de los hombres me siguió cuando fui a rayos que queda en el subterráneo, estuvieron rondando cerca de mí, seguramente para no denunciar”.