Hombre Chileno 20 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Tortura
  • Lugar del evento
  • Villarica
  • Fecha del evento
  • 21-10-2019

Relato de la querella

La sede regional de la Araucanía del INDH ha recabado el relato de la víctima, A.I.M.C.C., quien fue víctima del delito de tortura luego de que fue detenido por funcionarios de Carabineros con posterioridad de que participara de una jornada de protesta y movilización en la ciudad de Villarrica el día 21 de octubre de 2019, y en el tiempo inmediatamente posterior a un control del que fue objeto junto a amigos con quienes regresaban a sus domicilios, control en el que la víctima tuvo una reacción agresiva en contra de un funcionario de Carabineros por la forma en que la fiscalización se estaba realizando lo que en definitiva resultó en una imputación penal en su contra. Pero éste acto de descontrol de sus impulsos que implicó el uso de fuerza física de parte de A.C. por el que se encuentra formalizado, es, a su vez, el detonante que explica los actos de represalia posterior en su contra que devienen en tortura, no sólo del funcionario de Carabineros que recibió su ira que el explica como mecanismo de autodefensa, sino que además de otros funcionarios.

Así, los hechos que forman parte del sustrato fáctico de la presente querella inician desde el momento en que se practica la detención de A.C.C. por parte de funcionarios de Carabineros.

Él describe los hechos en los siguientes términos:

“Yo estaba en la protesta (lunes 21 de octubre 2019), estuve en la protesta de manera pacífica, sin hacer desorden público ni nada, nosotros (con su amigo M.) cuando vimos que cuando la protesta se puso espesa, cuando carabineros comenzó a tirar perdigones y empezó a tirar lacrimógenas nos fuimos inmediatamente, corrimos hasta la esquina y después empezamos a caminar porque dimos por hecho que al caminar al tener indicios de no haber hecho algo malo, no nos iban hacer nada. Entonces caminamos por la calle Vicente Reyes, hacia mi casa con un amigo, M.M., que era con el que estaba yo, después se integraron dos personas, que eran un amigo que se llama B. y su polola V. En ese momento nos saludamos y todo, y nos reintegramos por la calle Vicente Reyes, estábamos conversando, no teníamos nada malo, íbamos de camino a mi hogar. Entonces en ese momento fue cuando carabineros procede hacer la detención, o sea a mí me han hecho un montón de controles y tengo entendido que uno tiene que mostrar el carnet y yo actué respetuosamente, en ningún momento le falté el respeto, no hubo de mi parte una resistencia al arresto, no hubo de ninguno de los que estábamos ahí, yo llegué de hecho tuve la amabilidad y la educación de decirle hasta buenas noches, les dije ¿están en control de identidad?, sí ningún problema les dije, siga con su procedimiento, incluso y sin que él (carabinero) me lo pidiera le pasé el carnet, le dije tome ahí está mi carnet, me lo recibió sin siquiera mirarlo … nosotros no teníamos indicios de andar en algo malo, a lo que él procedió, me recibió el carnet de mala manera, me empujó contra la reja, en ningún momento le hice una agresión física, de comienzo ahí eso ya fue una agresión y yo no hice nada en ese momento, me empujó contra la reja, empujo a mi amigo, nos empezó a revisar siendo que nosotros no estábamos en nada malo. Al momento en que me empieza a revisar, empieza a conversarnos en qué estábamos, yo le dije que iba para mi hogar y todo y mi amigo le dice oiga por qué nos trata así, porque nos empuja, si no estamos en nada malo, a lo que él (carabinero) responde “cállate pendejo culiao”, tal por cual, tú debieras estar en tu casa y le pegó un combo a mano abierta (el carabinero a su amigo), le pega un combo a mano abierta, yo creo que él se percató que había una cámara, quizás quiso disimularlo, y por eso no se lo pegó seco, sino se lo hubiese pegado seco, se lo pegó a mano abierta y súper fuerte, yo vi como se lo pegó de fuerte y quiso como disimularlo, quedó mal con ese golpe (su amigo M.), después lo empieza a zamorrear contra la reja que había, la cortina del local, ya yo con eso me había chocado la situación, o sea mi idea tampoco era actuar de esa manera, pero después cuando veo que lo lleva para pegarle un golpe contundente contra la muralla de concreto, ya no le estaba pegando contra un areja que amortigua el golpe si quiera, le pega un golpe contundente contra la cabeza en una muralla de concreto, ahí fue cuando tomé la decisión de actuar, en realidad yo reaccioné así al ver a mi compañero que estaba casi marcando ocupado con los golpes que le propinaba el funcionario, sin ningún antecedente de que estuviéramos en algo malo, yo le hablé con muy buenas palabras. … yo creo que se aprovecharon de la situación, del caos del momento.

Entonces reaccioné de esa manera … luego el primero saca su arma de servicio y la saca de su funda, y obviamente si alguien saca su arma de servicio de su funda es porque tiene la intención de ocuparla…

Yo en el momento tampoco me puse a analizar ni nada, fue una cuestión de segundos, entonces atiné a quitarle la pistola… de ahí veo que hay carabineros por todos lados, no tenía qué hacer… … de hecho el carabinero me disparó, el carabinero me disparó por la espalda un tiro (el otro), la verdad es que ni vi para atrás, siento un tiro de una pistola que me dispara, ahí yo corrí, me tiro por la otra calle, corrí como dos cuadras, y de ahí me detienen los de la SIP, andaban en una camioneta roja, y habían hartos funcionarios que andaban de civil, y esos compadres, yo llegué y tiré la pistola, la quería tirar en un lugar que no me vieran, para que nadie me pegara un tiro por verme con la pistola… yo la quería tirar en algún lugar y no podía porque el centro estaba lleno de carabineros por el tema de la protesta, entonces corro, me emboscan y tiro la pistola al suelo no puse resistencia y me tiro al suelo, y le dije “ya estoy reducido”, eso fue frente a la galería Quetrupillan, donde hay una licorería que se llama la bodeguita (fue al frente de la Bodeguita), la calle era Vicente Reyes con la que suben los taxis para arriba, donde hay una botillería que se llama el Volcán, justo al frente de la botillería, en el acceso que tiene para la galería Quetrupillan. Ahí fue cuando me detuvieron 6 carabineros aproximadamente. Ellos venían por la calle que sube, porque esa calle solo tiene un sentido, iban en una camioneta roja y estaban todos de civil, eran de la SIP. La camioneta era doble cabina, no sé la marca, quizás era una Nissan Terrano, no sé. Se bajaron de la camioneta, como 6, entre carabineros y civiles, me apuntan con pistolas, yo me pongo… automáticamente lo primero que hago es dejar el arma que tenía, la saqué y la tiré al suelo, cosa que ellos vieran que no había ninguna amenaza, me tiré boca al suelo con las manos abiertas, me tiré boca abajo, pa’ que no me dispararan, si son un montón de personas apuntando con armas de fuego, me tiré automáticamente al suelo para reducirme yo, y no que ellos me reduzcan…. me dijeron “ya pone las manos atrás” y puse las manos atrás, y cuando me esposaron me sacaron la cresta, me pegaron patadas, combos, un compadre se acerca con una escopeta y me pega un culatazo en la cabeza. Después llega otro carabinero enojao, yo creo que fue al que golpeé el segundo, no sé la verdad si habrá sido él, agarra su arma de servicio, le saca el seguro, la pone contra mi cabeza, pone el pie contra mi cabeza, y dice “a este hueón lo voy a matar” y un compadre va y le dice “no te vay a cagar la vida” y le quita el arma… el compadre estaba decidido a pegarme el tiro, yo vi la cara de él y me lo iba a pegar… en ese momento los compadres, el mismo que me iba a pegar el tiro me levanta de las esposas, siendo que estaba esposado (con las manos atrás), me hizo bolsas aquí las muñecas, me levantan y me siguen pegando arriba de pie y me dejan caer de nuevo, y me siguen golpeando. Después me suben a la cuca y me llevan a la comisaría, estando en la comisaría van proceden a llevarme a una pieza, y empiezan a golpearme entre 3 funcionarios. Esa pieza no era un calabozo, no tenía rejas, sin cámara, ni nadas, era una pieza… había espejo, era como de un interrogatorio, había una silla, era como una pieza para llevar a interrogatorios. Estaba al lado de los calabozos, al fondo… se turnaban para pegarme. La pieza está entrando, a mano derecha están todos los calabozos, esta pieza está a mano izquierda, de hecho todas las personas que estuvieron presas en ese momento son testigos de lo que allí pasó, que a mí me llamaban en reiteradas ocasiones para que vaya a esa pieza, había allí solamente una silla, de hecho allí ellos me rompen la ropa, tenía una casaca Burton me la hacen tira a propósito, la desgarran de un lado y la rompen a propósito, después me sacan la camisa y le rompen todos los botones a propósito, la cosa era hacerme el mayor daño posible, de hecho a mis zapatillas le cortaron los cordones, había que sacarlos y se los cortaron, querían hacerme el mayor daño posible, agarraron mi reloj que es un Casio que sale como 180 lucas, los compadres van y lo cortan al frente mío, con una cuestión metálica le hacen como palanca y lo cortan delante de mí. Después tenía una cadena que sale como 130 mil pesos, de 180 gramos, una de plata, los compadres me la sacan del cuello y la tiran al suelo, cadena que por cierto nunca fue recuperada, yo reclamé por esa cadena y me dijeron “flaco a ti no te podemos ayudar” y unas gafas también se quedaron. La pieza era blanca con un espejo al frente.

Llegué a la comisaría por un estacionamiento interior, me llevaron directo a esa pieza donde me golpearon. Había un carabinero como que tenía más rango ahí… como que estaba encargado en ese momento… creo que era como el capitán, el que estaba encargado y él de hecho fue partícipe de todo esto, aquí estaban todos coludidos, por el hecho de que fue una vergüenza para ellos, me imagino, que uno de sus colegas le hayan quitado el arma de servicio… el que estaba a cargo tenía como 55 años aprox., no era gordo ni flaco, de 1,70 mts de estatura, era más bajo que yo que mido 1,83 mts.

La primera vez (que lo golpearon en la pieza) fueron 3 funcionarios, entran conmigo… llegué sin decir una palabra, estaba parado, esposado de las manos, me levantaron las esposas y me pegaron, me pegaron golpes en la cara, combos en la cara, me pegaron solo en las partes donde hay cabello (cabeza) era como para no dejar marcas, la cara en sí ya la tenía toda hecha bolsa, pero aun así siguieron pegándome en las partes donde no quedaban marcas, me pegaron un combo en la guata no dejó marcas ni nada, de hecho el único golpe que me dejó marcas fue con la escopeta donde me pegaron en la cara y en la guata.

Después me llevaron al calabozo, ahí pasaron como 10 a 15 minutos y me llevaron una segunda vez a la pieza, había uno de los mismos (carabineros), no me acuerdo mucho ni nombre ni cara, porque entenderá que con los golpes… estaba más o menos mareado, con suerte me podía mantener en pie, y de ahí procedieron a golpearme de nuevo y aproximadamente lo hicieron 3 veces durante la noche.

No me querían llevar a constatar lesiones, yo les tuve que decir hartas veces, le dije “oiga yo falto” porque tenían una fila con los que iban a constatar lesiones (otros detenidos) “a mí no me han llevado a constatar lesiones”, y de ahí como que escuchó un carabineros y me dijo te vamos a llevar también, me llevaron de mala manera, de malas ganas, y cuando me llevaron a constatar lesiones pa´mi que el doctor era amigo del carabinero, porque solo me miraron, no me hicieron ni una curación, nada, ni siquiera una pastilla antiinflamatoria, nada, llegaron y me miraron nada más, ni siquiera me revisaron en profundidad, fue como súper nefasto el tema cuando fui a constatar lesiones.

Volviendo atrás en el relato… cuando me tiran al suelo eran como 6 funcionarios aprox., uno andaba con una escopeta, que fue el que me propinó los 2 golpes con la escopeta, me pegó en la cabeza y en la guata, me pegó en la parte derecha de la cabeza…para pegarme en la guata me levantaron y me dieron vuelta, quedé tendido en el suelo con las manos atrás, después quedé medio de lado y me empiezan a pegar combos y todo, de ahí ya las manos no las sentía de tanto que me las pisaban, el compadre me pisaba las manos con las esposas y todo, me pisaba la cabeza de hecho, quedé con la oreja toda roja, morada, hinchada, porque me pisaba la cabeza y hacía presión con la oreja, … en el mismo lugar de la detención me apuntaron en la cabeza con el arma, si no le quitan el arma, estoy seguro que ese compadre si no hubiese sido por una persona que estaba grabando el compadre me pega el tiro no más, hubiese sido un desaparecido.

No pude hacer una nueva constatación de lesiones, porque estuve preso 3 días y medio estuve en el módulo 2, … en el mismo instante (de los golpes) parecía un monstruo, yo creo que ni mi mamá me hubiese reconocido, me tomaron fotografías, como al tercer día, el abogado (Rigoberto Ortiz) me tomó fotos como a los 3 días… tuve una recuperación súper rápida, ahora la cara la tengo súper bien y no fue hace mucho”.