Hombre Chileno 26 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Apremios ilegítimos
  • Lugar del evento
  • San Antonio
  • Fecha del evento
  • 20-10-2019, 13:10 hrs.

Relato de la querella

De acuerdo al relato de la víctima, en el contexto de estado de excepción constitucional antes descrito, el día domingo 20 de octubre de 2019, alrededor de las 13:10 horas, la víctima J.P.P.F., recibió el impacto de múltiples perdigones disparados por un funcionario de Carabineros de Chile.

Ese día, acudió a la manifestación convocada para ese día en el sector céntrico de la ciudad de San Antonio. Cuando había avanzado apenas unos diez metros desde el inicio de la marcha por la calle Centenario, en el frontis del centro comercial Arauco San Antonio, J.P.P.F. se percató de que se encontraba en aquel lugar apostado un contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros, con carros lanza aguas y lanza gases.

Poco después del inicio de la manifestación, cerca de las 13:20 horas, los funcionarios policiales comenzaron a dispersarla mediante el lanzamiento de gases lacrimógenos y el disparo de escopetas antidisturbios hacia los manifestantes, pese a que entre ellos se encontraban niños, niñas y adolescentes, y personas adultas mayores.

Ante esta situación, J.P.P.F. decidió encarar al piquete de Carabineros que se encontraba en el lugar. Sin embargo, al acercárseles, uno de los funcionarios —a quien describe físicamente como un hombre de una altura media, de aproximadamente 1,70 metros, contextura relativamente ancha y tez clara— percutió directamente en su contra varios disparos con su escopeta antidisturbios, desde una distancia de entre cinco a siete metros, impactándole con múltiples proyectiles. Al percatarse de que su mano y diversas zonas de su cuerpo comenzaron a sangrar, la víctima corrió hacia la intersección de las calles Veintiuno de Mayo con Gregorio Mira, donde detuvo a un vehículo particular para que le prestara auxilio, el que lo transportó hacia el Hospital Claudio Vicuña. En el camino hacia el centro de salud, J.P.P.F. se percató de que tenía más heridas.

El certificado de atención de urgencia N° 190004414 del Hospital Claudio Vicuña da cuenta de la atención del paciente J.P.P.F., ingresado a las 13:32 horas. En esta consta que fue ingresado por “herida por arma de fuego por perdigones con múltiples entradas”. Luego de un mayor examen le informan que fue impactado por un total de quince perdigones, de los cuales ocho se le incrustaron en su cuerpo, mientras que los otros rebotaron.

Específicamente, recibió dos perdigones en el muslo izquierdo, dos en el antebrazo izquierdo, uno en el codo izquierdo, uno en el brazo izquierdo, uno en la mano izquierda, uno en el brazo derecho (todos los anteriores incrustados), cuatro en el tórax y tres en la parte superior de la espalda (estos últimos rebotaron). Las heridas descritas constan en las fotografías y certificado de atención que se serán entregadas directamente a la Fiscalía local respectiva, en el marco de la investigación.

En el lugar se le suministró suero y analgésicos, se le efectuaron curaciones, y le realizaron radiografías de los lugares afectados. De sus heridas, la de mayor preocupación médica era la de su mano, ya que le dolía especialmente y se le inflamó.

El día lunes 21 de octubre, J.P.P.F. concurrió a la clínica Intermedical, donde se le programó para el día siguiente un aseo quirúrgico y una cirugía de extracción, a realizarse en la Clínica San Antonio. En esa oportunidad, le fueron extraídos tres perdigones —el que había quedado alojado en su mano y dos de su brazo—, según consta en documento Epicrisis que será acompañada directamente a la Fiscalía, los cuales fueron remitidos al Servicio Médico Legal. Permaneció desde el día martes 22 de octubre hasta el día viernes 25 del mismo mes 4 hospitalizado. Pese al éxito de su recuperación, el pronóstico médico es que J.P.P.F. no recuperará en un 100% las funciones y movilidad de su mano.

Actualmente, la víctima refiere dolor en sus heridas. En un primer momento, debió asistir de forma diaria a que se le efectuaran curaciones mediante el suministro de antibióticos, analgésicos y vitaminas; las que comenzaron a efectuarse día por medio. Se le prescribió licencia médica por 30 días, las que, según sus médicos, deben renovarse a fin de someterse a la terapia de rehabilitación necesaria.