Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día jueves 21 de noviembre de 2019, cerca de las 22:30 horas, la víctima de iniciales A.A.C.A. de 18 años, fue detenida y sometida a torturas por parte de funcionarios de Carabineros de Chile. Ese día, cerca de las 20:15 horas, la víctima junto con cuatro amigos y amigas se encontraban protestando en la Plaza de Gobernación, del sector de Barrancas, ciudad de San Antonio, en el marco de una manifestación que se había convocado para ese día. Refiere la víctima que, en ese contexto, cuando se encontraban en la intersección de calles Mario Martínez con Barros Luco, un hombre al que identificaría como don José Carrasco Maturana, conocido entre los habitantes de la zona, los comenzó a grabar con su celular. Indica que los jóvenes lo increparon por realizar esa acción sin su autorización, y ante sus reclamos, el hombre los amenazó con un cortapluma y con un fierro con un clavo en la punta. Imagen de aquel hombre y dicho elemento contundente se aprecian en la fotografía que será acompañada en en marco de la investigación. De acuerdo al relato, esta persona habría intentado golpear a los jóvenes, lesionando a la víctima con el fierro en su brazo izquierdo. Ante esta situación, la joven A.A.C.A. junto con uno de sus amigos decidieron retirarse del lugar caminando. Cuando iban cruzando la calle Barros Luco en dirección a calle El Molo, súbitamente apareció una camioneta y un furgón de Carabineros de Chile, desde donde descendieron enérgicamente cerca de ocho funcionarios, quienes comenzaron a perseguirlos. En particular, recuerda la joven A.A.C.A. que, cuando estaba siendo perseguida por un Carabinero, ella se dio vuelta para observar dónde venían los efectivos; y, al verle la cara, uno de los funcionarios gritó “¡a ella, que es la del [Instituto] Comercial!”, refiriéndose a la víctima; a partir de lo cual la comienzan a perseguir, además, cerca de tres funcionarios más. Cuando la alcanzaron, en calle El Molo, fuera de las oficinas de Chilectra, uno de ellos le tiró un líquido químico directamente hacia la cara. Refiere que inmediatamente comenzó a sentir bloqueo de sus vías respiratorias y fuerte ardor e irritación en su cara y ojos, lo que le impedía incluso abrirlos. Aprovechando la paralización de la víctima al recibir los efectos del líquido, otro de los funcionarios la arrojó al piso, sin que la víctima opusiera ningún tipo de resistencia; y colocó su rodilla en la espalda y su mano en la cabeza de la joven A.A.C.A. ejerciendo presión, a fin 3 de inmovilizarla. Paralelamente, refiere, cerca de tres funcionarios le pegaron reiteradamente patadas, afectando su estómago, espalda y cara. Este último golpe, así como los rostros de los Carabineros involucrados y la actitud de la víctima, se aprecian de forma clara en el registro audiovisual grabado por un transeúnte que se acompañará en su oportunidad directamente a la Fiscalía, en el marco de la investigación. Luego de lo anterior, la víctima relata haber experimentado solo intervalos de conciencia durante aproximadamente tres a cuatro horas, pues no recuerda todo lo que sucedió, a lo que se agrega su imposibilidad de abrir sus ojos producto del líquido que se le arrojó. En sus momentos de lucidez, recuerda haber sido subida al bus policial (que, según el registro audiovisual arriba mencionado, fue el bus N° 371), y que un Carabinero le dobló fuertemente la muñeca. Asimismo, que, al intentar sentarse en los asientos del vehículo, funcionarios le impedían sentarse y la empujaban. Además, les escuchó decir: “a todos estos weones hay que matarlos, hay que puro webearlos”; “más encima ponís cara de weón… o de weona, no sé qué eris, sinceramente”, y “¡qué wea soy, bicho raro!”; haciendo clara referencia a su expresión de género y su orientación sexual. Cuando llegó a la 1° Comisaría de San Antonio, refiere haber sido trasladada al calabozo y obligada a permanecer sentada en una banca; donde comenzó a sentirse muy mal, con nauseas y dificultad respiratoria, además de seguir sin poder abrir los ojos, todo ello debido a los efectos irritantes del líquido lacrimógeno. Luego, recuerda haber escuchado que una mujer, quien también se encontraba detenida, increpó a Carabineros, señanado: “¡oye, no puede respirar, está convulsionando! Le está dando un ataque de asma, ¡si no llaman a la ambulancia le va a dar un paro cardiorespiratorio!”. A esta misma persona la dejaron salir del calabozo y prestarle primeros auxilios, pues era técnico en enfermería. Indica haber distinguido algunas “siluetas” que la miraban, y haber escuchado a un Carabinero decir “oye, ya po… Llamen a una ambulancia, porque si se le para la chala acá nos van a webear a todos nosotros”. Posteriormente, recuerda encontrarse recostada en una camilla dentro de una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Urgencias (SAMU) del Hospital Claudio Vicuña, donde recibió atención médica. Lo anterior consta en el documento denominado “Hoja de Atención SAMU” N° 15409, acompañado en un otrosí de la presente querella, en el que se indica que recibió atención a las 20:39 horas, por motivo de “crisis de asma inconsciente”. Con posterioridad a aquella primera atención, recibió una segunda atención por parte del SAMU, esta vez al interior de la zona de calabozos, a las 21:54 horas, con motivo de una crisis 4 asmática, la que consta en el documento denominado “Hoja de Atención SAMU” N° 15396, acompañado en un otrosí. Mientras se encontraba en la ambulancia, la víctima relata que un Carabinero que estaba cerca de ella recibió un llamado de su abuelo preguntando por su estado de salud, ante lo que el funcionario respondió “su hija está enclonada”, haciendo alusión a que se encontraría drogada con clonazepam, pese a haber descartado absolutamente la víctima aquel hecho y sin hacer mención alguna al líquido químico lanzado directamente en su contra. Esta errónea información fue reiterada a su abuelo cuando llegó a la Comisaría a preguntar por la salud de su nieta. A medida que iba recobrando su plena conciencia, la víctima recuerda haber sentido fuertes dolores en todo su cuerpo, especialmente en su muñeca izquierda, su cabeza y la boca del estómago. Luego, señala, cuando se encontraba intentando conciliar el sueño al interior de un calabozo, apoyada sobre los barrotes, un Carabinero golpeó fuertemente la reja, asustándola; y le indica que la llevarían a constatar lesiones, siendo cerca de las 1:00 a 2:00 de la madrugada. Al esposarla, asegura haber hecho presente que tenía un fuerte dolor en la muñeca, pese a lo cual el Carabinero que la trasladaba le tironeó con fuerza las esposas. Una vez en el Hospital Claudio Vicuña, relata la víctima, cuando solicitó algún vendaje que le permitiera calmar el dolor de su muñeca, el médico que se encargó de su constatación de lesiones, el Dr. Fabián González, le dijo “¿no te gustó andar webeando? Bueno, ahora aguántate”. La atención en aquel dispositivo de salud consta en el documento denominado “Atención de Urgencias” N° 1911004266 del Hospital Claudio Vicuña, en el que se indica atención de fecha 22 de noviembre de 2019 a la 1:50 horas. Al otro día, la joven pasó a audiencia de control de detención al día siguiente, en causa RIT 7048 – 2019, del tribunal de Garantía de San Antonio, donde se declaró ilegal su detención. Una vez puesta en libertad, la víctima se dio cuenta de que tenía diversas lesiones y dolores en el lado izquierdo de su frente, y en su tobillo, estómago y cuello, entre otras zonas. Frente a lo anterior, el día 23 de noviembre de 2019, concurrió acompañada de su familia nuevamente al Hospital Claudio Vicuña, donde le realizaron una revisión más exhaustiva que dio cuenta de sus lesiones físicas. Esta atención consta en el documento de atención de salud, que será acompañado en el marco de la investigación. 5 En cuanto a su integridad psicológica, la víctima refiere encontrarse muy afectada por lo sucedido. Indica estar “cansada del tema”, y sentir gran pesar por el hecho de haberle sido arrebatada la tranquilidad que poseía. Se siente insegura, intranquila y observada en la ciudad. Además, relata que cuando pasa por la Comisaría, los funcionarios de Carabineros la observan de forma intimidante. Finalmente, cabe señalar que, tanto la víctima como su familia son relativamente conocidos en San Antonio por su actividad política y social. Ella es presidenta del Centro de Alumnos del Instituto Comercial, mientras que algunos miembros de su familia son dirigentes sociales.