Hombre Chileno 24 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Apremios ilegítimos
  • Lugar del evento
  • Providencia
  • Fecha del evento
  • 10-12-2019, 20:50 hrs.

Relato de la querella

El día 10 de diciembre de 2019, a las 20:50 horas, la víctima J.C, en compañía de una amiga proveniente de Antofagasta, decidieron pasar a la Plaza Baquedano, comuna de Providencia, ya que ella no la conocía, tras haber estado comprando en el centro de la comuna de Santiago.

En tales circunstancias, la víctima J.C. señaló que la Plaza se hallaba tranquila, que al parecer las manifestaciones ya habían cesado a esa hora y solo quedaban grupos pequeños de personas.

Sin embargo, luego de 10 minutos aproximadamente, aparecieron manifestantes provenientes de varias direcciones, corriendo siendo perseguidos por funcionarios de Carabineros. Al parecer, la estrategia de los efectivos policiales era bloquear calles para impedir que las personas huyeran y así poder detenerlos, lo que J.C. define como “encerronas”.

Seguidamente, las víctimas de estos hechos, junto a otras personas, se desplazaron en dirección norte, hasta encontrarse en la intersección de Avenida Santa María con calle Pio Nono, comuna de Providencia. En estos momentos, otros funcionarios de Carabineros cruzaron el Puente Pio Nono, y se abalanzaron sobre las personas agrupadas.

En ese instante, un funcionario de Carabineros le propinó a la amiga de J.C. golpes con su bastón de servicio en sus piernas, además de tirarle el pelo. No obstante, ella logró escabullirse y escapó al interior de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Inmediatamente, J.C. la siguió, pero un funcionario de Carabineros se posicionó frente a él, y le propinó un golpe de bastón de servicio en su espalda, manifestándole “sale de aquí conchatumadre”, por lo que la víctima salió corriendo en dirección opuesta, instante en que otro funcionario lo estaba esperando con su bastón de servicio y agredió a la víctima “como un beisbolista le pega a una pelota” (sic), impactándolo de lleno en su rostro con la mencionada arma.

La víctima cayó al suelo a raíz del golpe y empezó a sangrar profusamente de su nariz, por lo que le manifestó al Carabinero: “mira cómo me dejaste”. Inmediatamente, el funcionario se tapó su parche de identificación y se marchó. No obstante, otros Carabineros se acercaron y le gritaron “párate culiao y corre”, momentos en que la víctima fue auxiliada por una persona que se encontraba en el lugar, que lo ayudó a caminar y le decía a los uniformados que J.C. estaba herido, para que no volvieran a agredirlo ya que se abalanzaban nuevamente sobre ellos.

Luego, la víctima empezó a caminar en dirección al oriente, sangrando profusamente, siendo ayudado por transeúntes que le daban agua e implementos para limpiar sus heridas y detener el sangrado. En tales circunstancias, apareció una persona en un automóvil que lo llevó al domicilio de J.C., lugar que fue atendido por su familia.

Después, acudió a la Cruz Roja, donde le manifestaron que tenía una fractura y debía ir a un Servicio de Salud especializado. Por ello, la víctima fue a la Clínica Indisa, lugar en que le tomaron una radiografía que señala en lo medular: “Hallazgos: Fracturas conminutas de la pirámide nasal, con compromiso de los huesos propios nasales aspecto ántero-superior del tabique nasal óseo y procesos frontales de los huesos maxilares. Disyunción nasomaxilar bilateral, desplazada a izquierda. El conjunto de estas alteraciones determina laterorrinia izquierda y significativo aumento de volumen de las partes blandas del dorso nasal. Desviación dextroconvexa del tabique nasal óseo”, y agrega: “Hematoma en el tejido celular subcutáneo de la región malar derecha (…)”.

Dos días después, le realizaron una cirugía en la misma Clínica, la cual resultó bien, por lo que se recuperó al cabo de tres semanas aproximadamente.

Sin perjuicio de ello, los dolores se mantuvieron dos semanas más luego de la recuperación. La hinchazón y los moretones de su rostro, en tanto, tardaron aproximadamente tres meses en sanar, quedándole ojeras marcadas hasta la fecha.

Conjuntamente, es menester mencionar que la víctima refirió que todavía tiene pendiente una cirugía para que “le armen la nariz” (sic), que debía realizarse estos meses, pero que no ha podido concretarse producto de la crisis sanitaria del Coronavirus, y que desde el día de los hechos ha sufrido pérdida del olfato, de la cual no se ha recuperado por completo hasta la fecha, pues hay olores que no puede sentir.

En lo emocional, señaló resultar muy afectado producto de estos hechos, consignado que “ha estado mal” (sic), pues sentía terror cada vez que veía a los Carabineros; a veces duerme mal, padeciendo parálisis del sueño; también refirió un grave perjuicio estético, que lo impactaba ver su rostro desfigurado como había quedado; señaló que nunca más podrá hacer deportes extremos; y que a veces le dan ganas de romper en llanto.