Hombre Chileno 41 Años

Admisible

Relato de la querella

De acuerdo con el relato de la víctima, el día 19 de octubre alrededor de las 23:00 horas, A.R.G.M., en el contexto del Estado de Emergencia decretado en la región de Valparaíso, fue golpeado y detenido por funcionarios de Fuerzas Armadas, quienes posteriormente lo habrían puesto a disposición de Carabineros de Chile.

Ese día, la víctima salió a manifestarse pacíficamente a tocar cacerolas, al Paradero Achupallas, Viña del Mar. La manifestación había comenzado temprano y él se unió alrededor de las 22:00 horas. Antes de ir a la manifestación estaba en su casa, que queda cerca del lugar, en una celebración por lo que había estado bebiendo.

Alrededor de las 23:00 horas llegaron camiones de Fuerzas Armadas, con un total de 50 funcionarios aproximadamente, los cuales se bajaron y comenzaron a disparar al aire y a dispersar a las personas, pues ya había barricadas.

Ante esto, y mientras los manifestantes corrían, A. increpa a los funcionarios de Fuerzas Armadas por su actuar. Transcurrido un tiempo, entre cinco a seis funcionarios de Fuerzas Armadas habrían reducido a A. pegándole un culatazo en la cara y lanzándolo al suelo, ante esta situación, los manifestantes comenzaron a alanzarles piedras, por lo que arrastraron a A. hasta subirlo al camión, mientras le pegaban culatazos, punta pies y golpes de puño en todo el cuerpo.

Al subirlo al camión, refiere que le bajan los pantalones, le suben su polera para ponérsela en la cabeza y lo dejan de boca el piso “amarrado” de las 4 extremidades (los militares lo sujetan, ya sea pisándolo o con las manos). Estando en esta posición lo golpean en tobillos, rodillas, muñecas, homóplatos, tórax, cabeza y cara, además de agredirlo verbalmente y amenazarlo de muerte, por alrededor de una hora mientras lo paseaban en el camión.

Los golpes fueron propinados por culatazos, golpes de puño y pies, además de pisarlo, ya que le pusieron un bototo en el cuello, además de que lo intentaron amordazar para que no gritara y, en un intento de defenderse de las agresiones, intentó morder a un militar, quien le dijo que le iba a cortar el dedo por haber hecho eso y le clavó un objeto en la mano izquierda dejándole un corte.

Según el parte policial, alrededor de las 01:20 horas del día 20 de octubre fue entregado a carabineros de la Subcomisaría de Gómez Carreño, pero antes de entregarlo, afuera de la subcomisaria lo vistieron. Le rompieron sus lentes y le pasaron solo uno de sus zapatos.

En dicho recinto policial, lo esposaron y lo mantuvieron en el calabozo, no le propinaron golpes dentro, puesto que la víctima refiere que, los carabineros se burlaban de él y de lo golpeado que estaba. Señala igualmente que firmó un documento en que señalaba que fue detenido por desórdenes públicos.

En la madrugada fue llevado al SAPU de Miraflores para constatar lesiones, en el lugar pidió que lo revisaran bien pues le dolía el cuerpo.

Posteriormente alrededor de las 05:00 horas lo trasladaron a la Quinta Comisaría de Miraflores, ya que, la Subcomisaría de Gómez Carreño habría quedado habilitada solo para mujeres detenidas. Alrededor de las 09:00 horas lo trasladaron al Juzgado de Garantía de Viña del Mar, donde en dicha oportunidad se formuló denuncia contra los funcionarios militares que lo aprehendieron ante el Juzgado de Garantía de Viña del Mar.

Por lo tanto, las conductas descritas en esta presentación, constituyen el delito de tortura del artículo 150-A del Código Penal, cometido por funcionarios de Fuerzas Armadas, como se argumentará a continuación.