Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día 21 de octubre del año 2019, la víctima concurrió a Plaza Dignidad alrededor de las 13:00 horas, con el objeto de manifestarse pacíficamente. Luego de una hora de una multitudinaria manifestación pacífica, el señor A. – que se encontraba caminando por Avenida Providencia, llegando a la intersección con Avenida Salvador– advirtió que Carabineros había comenzado a arrojar bombas lacrimógenas y a disparar perdigones en dicha esquina.
A medida que caminaba, la víctima advirtió un disparo emitido por una escopeta anti-disturbios a una distancia de aproximadamente 10 metros, e inmediatamente un fuerte dolor en el brazo derecho, específicamente en la parte del codo, y otro impacto menor en la espalda. En ese momento, el señor A. decidió intentar protegerse y comenzó a correr en dirección al Parque Forestal, lugar en el que pudo contar con asistencia de salud por parte de una enfermera.
Con el paso de las horas, el brazo comenzó a inflamarse de forma preocupante, y no paró nunca de sangrar, por lo que al día siguiente –esto es, con fecha 22 de octubre de 2019- la víctima tuvo que dirigirse a la Clínica BUPA Santiago.
En dicho centro médico el señor A. fue sometido a un escáner de contraste que identificó el perdigón en la parte del codo de su brazo derecho, y verificó que no había vasos sanguíneos comprometidos. La recomendación de los médicos fue mantener el perdigón en su posición, dado el riesgo asociado a su extracción, sin perjuicio de la evaluación posterior por parte de un traumatólogo.
En específico, el diagnóstico señaló (cito textual) “Se identifican vasos de la extremidad inferior derecha sin alteraciones arteria subclavia, axilar, braquial, radial, y cubital de calibre y trayecto normal. En el tercio proximal del antebrazo se identifica perdigón situado en el músculo braquioradial identificando burbujas de gas en su trayecto además de leve colección hemática periférica”. Se le recetaron una serie de medicamentos, entre ellos antibióticos, dada la infección de la herida, y se le indicó la necesidad de realizar curaciones.
Durante una semana tuvo imposibilidad absoluta de mover el brazo derecho, y el fuerte dolor se prolongó por un mes aproximadamente. La herida demoró en cicatrizar alrededor de un mes y medio, y el perdigón sigue estando en su codo derecho.