Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día viernes 6 de marzo de 2020, alrededor de las 18:30 horas, S.N.R., y V. R.R., según su relato, llegaron a la intersección de calle Ramón Corvalán con Avenida Libertador Bernardo O’Higgins, comuna de Santiago.
A esa hora se realizaban manifestaciones en ese sector de la Alameda y en la Plaza Baquedano. Las jóvenes llegaron al lugar porque junto con otras personas, iban a realizar una intervención artística pacífica, que sería registrada. No alcanzaron a estar ni veinte minutos en la manifestación, cuando un piquete de funcionarios de Carabineros de Chile llegó al lugar a detener a las personas que se encontraban en esa esquina de Ramón Corvalán con Alameda, sin importar si estaban realizando o no desórdenes.
En tal contexto, S. fue aprehendida por dos funcionarios de carabineros, quienes se abalanzaron sobre ella, haciéndola caer al suelo con un movimiento que golpeó la parte baja de sus piernas, provocando su desestabilización, a pesar de que la joven no se resistió a la detención. Los funcionarios la golpearon con sus bastones de servicio en la espalda y en las costillas cuando ya se encontraba en el suelo. Posteriormente, fue conducida esposada al interior de un vehículo tipo bus de detenidos, donde fue encerrada con una carabinera, quien la hizo desvestirse, sacarse el overol que tenía puesto y el cubre boca. En todo momento era insultada, amenazada, e, incluso, fue agredida físicamente por la funcionaria, quien la zamarreó de los cabellos en varias oportunidades. 3
V, en tanto, hizo un intento por correr, sin embargo, debido a que el pavimento estaba resbaladizo tropezó y cayó al suelo. En el momento que intentaba levantarse fue aprehendida por tres funcionarios, quienes la tomaron en forma muy violenta y, aun cuando la joven no opuso resistencia, fue agredida con los escudos que portaban los carabineros, lo cual le provocó una profunda herida cortante en el cuello, la cual comenzó a sangrar profusamente.
Ambas jóvenes fueron ingresadas con un grupo de detenidos, en un bus para ser transportadas a la unidad policial. En el trayecto, S. tuvo una reacción adversa a los gases tóxicos que entraban desde el exterior del carro, produciéndosele una obstrucción de la vía aérea que la hizo convulsionar con signos de asfixia. Fue necesario detenerse para asistirla en forma urgente, ya que no ingresaba a sus pulmones aire para respirar. Debido a este episodio, sumado a la herida cortante de V., y a la presión de las jóvenes por ser atendidas médicamente, el carro se dirigió al Hospital de Urgencia Asistencia Pública, ex posta central, alrededor de las 20 horas, lugar donde fueron atendidas.
Ambas fueron examinadas, S. fue sometida a un procedimiento de estabilización y a V. le suturaron la herida del cuello. Sin embargo, mientras eran atendidas, funcionarios de Carabineros comenzaron a apurar al personal médico del hospital, generándose una fuerte discusión en la sala de urgencia debido a que el personal policial interrumpió deliberada y agresivamente la asistencia de las detenidas y demás personas que se encontraban recibiendo asistencia de salud. Los funcionarios de carabineros que ingresaron al lugar, no se identificaron y no portaban en sus uniformes sus nombres, por lo que aquel procedimiento irregular fue hecho notar por los profesionales y técnicos de la urgencia.
Posteriormente, fueron trasladadas a la 3° Comisaría de Santiago, y mantenidas ahí hasta que fueron llevadas a audiencia de control de detención, siendo imputadas el delito de por desórdenes públicos, a pesar de no haber participado en ningún acto de esa naturaleza.
Antes de ser trasladadas al tribunal, las víctimas denuncian haber sufrido vejaciones durante su detención. Por falta de calabozos para mujeres debido al gran número de detenidos, alrededor de las 5:50 horas del día 7 de marzo fueron llevadas a una oficina de la comisaría, debiendo pasar la noche sentadas y sin frazadas. Alrededor de las 06:30 horas, S. solicitó ir al baño, y fue llevada a un lugar insalubre, con una puerta rota que no podía ser cerrada, y acompañada por un funcionario hombre. Las paredes estaban llenas de secreciones con excremento, y la superficie del inodoro se encontraba con orina. S. decidió sentarse antes de apoyar sus manos en las paredes, lo que, a la postre, le ocasionó una infección urinaria que debió tratarse con antibióticos.
Finalmente, al medio día del 7 de marzo de 2020 fueron trasladadas al Centro de Justicia para el control de detención. En tal lugar, fueron registradas por parte de funcionarios de Gendarmería de Chile, con desnudamiento parcial que implicó la revisión de su zona genital.