Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día 29 de octubre de 2019, A. C. concurrió con su pareja K., sus amigos I. y G. a manifestarse pacíficamente en la Plaza Baquedano.
Alrededor de las 19:40 horas, funcionarios de Carabineros aparecieron repentinamente disparando a mansalva, tanto perdigones como bombas lacrimógenas con un carro lanza gases desde Ramón Corvalán hacia la Alameda, por lo que corrieron para protegerse.
Cuando A. se encontraba en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins con calle Ramón Corvalán, afuera del local de comida rápida Mcdonald’s, en la comuna de Santiago, una joven cayó al suelo, por lo que se devolvió a ayudarla, instante en que recibió tres impactos de perdigón en la espalda, que quedaron incrustados. En paralelo, mientras I. y G. se encontraban en la misma intersección de calles ya mencionada, I. recibió el impacto de un perdigón en su pantorrilla izquierda y a G. fue impactado por dos perdigones, uno en cada glúteo.
Asimismo, I. observó el instante en que funcionarios de Carabineros le disparó a A., por lo que intentó acercarse, instante en que, estando en el bandejón central de la Alameda a pocos metros del McDonald’s, recibió el impacto de un perdigón en la sien.
En ese momento, G. lo auxilió y corrieron juntos hacia el Parque Forestal, donde unas jóvenes atendieron a I., extrayendo los proyectiles que tenía incrustados tanto en su pierna izquierda como en su sien. Con posterioridad, se realizó curaciones en su domicilio pues por temor a represalias de Carabineros decidió no ir a un centro asistencial.
En cuanto a A., tras lo sucedido una persona desconocida le revisó la espalda y le sugirió que fuera a un punto de salud. La víctima se dirigió hacia donde se encontraba la Cruz Roja, donde lo examinaron y le señalaron que tenía proyectiles alojados en su cuerpo. Posteriormente, junto a otros dos jóvenes heridos, fueron trasladados en ambulancia hasta la Clínica Santa María.
En dicha clínica le practicaron una operación ambulatoria para extraer los tres perdigones incrustados, que quedaron en cadena de custodia. Según el informe médico de lesiones de fecha 29 de octubre de 2019, el diagnóstico clínico refiere “herida por proyectil balístico (perdigones) región dorsal derecha”, y en la evidencia recogida se indica “proyectiles (3)”. Posteriormente, A. concurrió al sapu zapadores a hacerse curaciones.
En cuanto a A., producto de los hechos estuvo imposibilitado de hacer deporte y trabajar durante dos meses, pues se dedica a hacer senderos y no podía hacer fuerza, y a su vez, ha sufrido secuelas psicológicas y emocionales producto de los hechos, asociadas al hecho traumático, manifestados en angustia y dificultades para conciliar el sueño.