Relato de la querella
A las 19:00 horas aproximadamente, advirtió la presencia del carro lanza agua y de funcionarios de Carabineros de Fuerzas Especiales en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins.
La víctima refiere que, debido a que recibió el impacto del líquido expulsado a presión del carro lanza agua directamente en su cuerpo, se resguardó junto a otras personas detrás de un kiosco ubicado en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins con calle Ramón Corvalán Melgarejo, comuna de Santiago.
Alrededor de diez efectivos policiales se acercaron al kiosco sindicado y golpearon con bastones institucionales a las personas que estaban en ese lugar. La víctima intentó alejarse, pero al pasar por el lado de un funcionario de Carabineros, a una distancia de dos metros, el Carabinero le disparó con la escopeta antidisturbios directamente al cuerpo, específicamente, en el glúteo derecho.
La víctima señala que no insultó ni efectuó algún acto que pudiese justificar el disparo del Carabinero.
Después de recibir el impacto la víctima corrió en dirección a Plaza Baquedano. Alcanzó a correr tres metros, siendo interceptado por dos efectivos policiales, quienes le propinaron golpes con bastones institucionales en la cabeza, el cuello y los brazos.
A pesar de los golpes, la víctima continuó corriendo en la misma dirección. Al llegar al monumento al General Baquedano se sintió mareado, debido a que perdía sangre profusamente.
Se acercó lo más rápido posible a un puesto de primeros auxilios de la Cruz Roja, ubicado en Avenida Vicuña Mackenna.
Al evidenciar la gravedad de la lesión, la Cruz Roja lo derivó en ambulancia a la Clínica Santa María.
En el recinto médico, tras realizarle una radiografía, le indicaron que fue impactado por doce perdigones en su glúteo derecho. Asimismo, le señalaron que los perdigones habían traspasado el tejido subcutáneo, quedando a un centímetro del nervio ciático. La hoja D.A.U. N°2190771, de fecha 12 de noviembre de 2019, menciona en diagnóstico clínico “heridas perdigón en zona glútea”, a su vez, en apreciación clínica describe, “lesión glútea derecha 2,5 centímetros aproximadamente”, calificando la lesión de carácter menos grave, lesión que ocasiona enfermedad y/o incapacidad para el trabajo de quince días.
Debido a que la víctima está afiliada a FONASA, se trasladó de forma particular al Hospital Clínico Metropolitano de La Florida Dra. Eloísa Díaz Insunza. De acuerdo a lo indicado por la víctima, ingresó al centro médico el día 13 de noviembre del año 2019, a las 02:00 de la madrugada, siendo operada el mismo día. Por medio de la cirugía se extrajeron tres perdigones de la zona.
Refiere la víctima que en el Hospital de La Florida no le entregaron los perdigones, la epicrisis, ni mayores antecedentes respecto a la cirugía y al tratamiento que debía continuar, por lo que solicitó por medio del formulario de registro de requerimiento N°004334, de fecha 15 de noviembre de 2019, la información y documentación individualizada. A través de las gestiones mencionadas obtuvo la epicrisis.
La epicrisis del Hospital de La Florida señala en el resumen clínico: “paciente ingresa por herida de arma de fuego en región glútea. Evaluada por tmt descarta lesiones óseas. Aseo quirúrgico en pabellón sin incidentes. Sin daño estructuras vitales. Se evalúa con jefe de cx, se decide alta y curaciones en consultorio”.
Igualmente, se le indicó, reposo relativo, régimen liviano, curaciones en consultorio y control en policlínico de cirugía en tres semanas.
Además, el certificado de N° 0890257, emitido por el doctor EU. Miguel Hernández R. del recinto hospitalario, de fecha 15 de noviembre de 2019, señala en diagnóstico, “herida arma de fuego”, y describe la lesión: “Se observa herida de aprox. 5×4 centímetros de extensión con moderado sangrado no activo”. A raíz de la lesión, la víctima mantuvo reposo por dos semanas.
El día 09 de diciembre del año 2019, concurrió a la Clínica Los Leones de La Calera, en ese lugar le extrajeron cinco perdigones, manteniendo cuatro alojados en la zona. Siendo dado de alta el día 10 de diciembre de 2019.
La víctima refiere que estuvo con reposo durante un mes. Producto de las lesiones ocasionadas, la víctima señala que actualmente mantiene dolores y molestias en la zona debido a los perdigones incrustados. De igual modo, expresa que lo ocurrido lo afectó psicológicamente, pues a causa del disparo tuvo una lesión que le provocó fuerte dolores y que lo obligó a someterse a dos cirugías, consecuencias que resultan desproporcionadas toda vez que el funcionario de Carabineros le disparó estando de espalda, sin existir algún motivo o justificación a su violento actuar.