Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día 14 de noviembre de 2019, aproximadamente a las 19.00 horas, en el contexto de una manifestación pacífica, la víctima M.E.P.G., se encontraba en la intersección de Avenida Libertador Bernardo O’Higgins con Avenida Las Rejas Sur, de la comuna de Santiago. Se encontraba junto a un gran grupo de personas de todas las edades, participando de la marcha mediante cantos y gritos.
Debido a la gran cantidad de personas asistentes, se encontraba en el lugar un gran número de funcionarios de Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile, quienes para reprimir la manifestación comenzaron a disparar con las escopetas antidisturbios y las carabinas lanza gases, provocando que la gente comenzara a alejarse del lugar más cercano a Plaza Baquedano, por el temor a ser agredida.
De acuerdo al relato de la víctima M.E.P.G., debido al miedo que le ocasionaron los disparos decidió alejarse corriendo del lugar. Sin embargo, no alcanzó a huir, recibiendo el impacto de 3 perdigones en la pierna derecha. Los que causaron inmediatamente que dicha zona le comenzara a sangrar.
Por lo anterior, fue socorrido por los profesionales de la Cruz Roja presentes en el lugar, quienes le limpiaron la herida y le extrajeron 2 de los perdigones que habían quedado incrustados en su pierna. Debido a la gran cantidad de sangre que salía de las heridas, los profesionales de la salud le señalaron que lo trasladarían a algún centro asistencial con la finalidad de que le pudieran revisar con más detalle las heridas. Sin embargo, lo anterior no fue posible, toda vez que los funcionarios policiales comenzaron a disparar a la zona donde se encontraba la Cruz Roja.
Con posterioridad, la víctima M.E.P.G., se dirigió a la casa de una tía, y juntos se trasladaron al CRS Salvador Allende. Lugar en que le hacen curaciones a las heridas y le toman una radiografía, señalando que por la situación y el punto donde quedó alojado el proyectil, podría ser retirado con una cirugía menor.
Luego, asiste a la Clínica Bicentenario, donde le hacen otra radiografía y es atendido por un traumatólogo, quien le explica que además de haberse movido el perdigón, tuvo suerte por no haber tenido contacto con tendones y nervios, salvando tibia y peroné. Señala que es complejo quitar el perdigón debido a su ubicación y cercanía con tendones y nervios