Mujer Chilena 18 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Apremios ilegítimos
  • Lugar del evento
  • Santiago
  • Fecha del evento
  • 18-11-2019, 19:30 hrs.

Relato de la querella

El día 18 de noviembre de 2019, a las 18:30 horas aproximadamente, en la Avenida Libertador Bernardo O’Higgins, frente al Monumento a los Mártires de Carabineros, comuna de Santiago, la víctima C.M. estaba participando en una concentración ciudadana, socorriendo a las personas afectadas por los gases lacrimógenos, proporcionándoles agua con bicarbonato.

En tales circunstancias, funcionarios de Carabineros estaban disuadiendo la manifestación mediante el uso del carro lanza aguas, lanza gases y la utilización de gases lacrimógenos, momentos en que aparecieron uniformados en distintas direcciones dirigiéndose contra las personas reunidas, para detenerlas. Por ello, la víctima se atemorizó, empezando a huir, al igual que otros que se hallaban en el lugar, en dirección norte, instante en que los funcionarios ubicados en el Monumento señalado comenzaron a utilizar sus escopetas antidisturbios, disparando munición de perdigón directamente a los que estaban huyendo, a sus espaldas, entre ellos C.M., quien recibió en el acto cinco perdigones en sus pies, sintiendo inmediatamente ardor en la zona, logrando desplazarse con dificultad hacia un “macetero de cemento” (sic) ubicado frente al mencionado monumento, donde pretendía esconderse y resguardarse.

Momentos después, mientras la víctima permanecía herida en el suelo, adolorida, y sin poder caminar, apareció un carro lanza aguas que venía en dirección oriente, por lo que ella se quitó su pañoleta y levantó sus brazos en señal de acatamiento. Sin embargo, el carro cesó de lanzar agua a los manifestantes, se acercó a C.M., quedando a escasos metros, por lo que ella sintió miedo y angustia, rompiendo en llanto ante la inminente agresión. Así, cuando el vehículo estaba a 5 metros aproximadamente, la víctima se giró rápidamente para evitar recibir el impacto del chorro en su rostro, recibiéndolo en su espalda, quedando completamente mojada, con hematomas en su espalda y brazos, además de dolor en dichas zonas.

Seguidamente, el vehículo se alejó, dejando a la víctima visiblemente herida y lesionada en el suelo, quien se arrastró hacia las cercanías hacia un puesto de la Cruz Roja, debiendo gritarles a sus voluntarios para que acudieran en su auxilio. Inmediatamente, cinco personas la ayudaron para llevarla al mencionado puesto de salud, donde la acompañaron dos testigos llamados Paulette y Benjamín, éste último es la pareja de la víctima.

En el lugar, los voluntarios de salud intentaron calmarla, ya que C.M. gritaba de dolor y lloraba desconsoladamente. Además, le proporcionaron analgésicos mientras le extraían uno de los perdigones que estaban incrustados.

Posteriormente, la trasladaron a otro punto de salud ubicado en el Cine Arte Alameda, traslado que resultó muy difícil producto de los abundantes gases lacrimógenos y enfrentamientos con fuerzas policiales. Allí también recibió atención médica.

Luego, a las 20:00 horas aproximadamente, la víctima fue trasladada en ambulancia al Hospital de Urgencia Asistencia Pública, ex Posta Central, a la sección de Urgencias, debiendo esperar aproximadamente 30 minutos para ser atendida, pues el lugar había muchas personas heridas en el contexto de la manifestación. En dicho centro de salud le tomaron radiografías e hicieron los exámenes de rigor. El traumatólogo le dijo que tenía tres perdigones incrustados: dos en su talón del pie derecho y otro en la planta del pie izquierdo. Finalmente, el cuerpo médico decidió que era necesario operar, pero no de forma inmediata, dando de alta a la víctima.

En este respecto, el dato de atención de urgencia correspondiente N° 011146192UU001, indica en lo medular: “Al examen físico paciente con orificio de 0,5 cm en región plantar izquierdo y orificio de 05, cm en región maleolar derecha, con pulsos distales presentes.” Hipótesis diagnóstica: “policontusiones”. Lesiones de carácter leve.

El día siguiente, 19 de noviembre de 2019, la víctima concurrió a una consulta traumatológica a la Clínica Dávila. Le realizaron radiografías que señalan en lo medular: “radiografía de tobillo AP – LAT – Mortaja derecho Ad: (…) se reconocen dos imágenes radiodensas redondeadas que miden aproximadamente 8 mm de diámetro y que se localizan en las partes blandas del aspecto posterior del tobillo; una de ubicación más cefálica y otra más inferior. Este proceso se acompaña de leve aumento de la densidad y volumen de las partes blandas adyacentes (…)”, la radiografía del pie AP – LAT – OBL Izquierdo Ad: “(…) Imagen radiodensa redondeada, localizada en las partes blandas de la región plantar del medio pie que mide aproximadamente 8 mm de diámetro, lo que sugiere correlacionar con los antecedentes clínicos. Ligero aumento de volumen y densidad de las partes blandas adyacentes (…)”. La víctima agregó que eso implica que tenía los perdigones introducidos de manera profunda, por lo que el disparo fue a corta distancia.

El día 20 de noviembre de 2019, la víctima acudió al SAPU Valdivieso, de la comuna de Recoleta, a constatar nuevamente lesiones, centro de salud que emitió el dato de atención de urgencia N° 18907719, que señala en lo medular: “Observación General: presenta aumento de volumen con hematoma y herida en forma de orificio en la región plantar izquierda, se moviliza en silla de ruedas por no poder apoyar ambos pies. Presenta dos heridas de tipo orificio localizadas en la región posterior y lateral del tobillo derecho”, pronóstico médico legal provisorio leve.

Ya en el mes de diciembre de 2019, C.M. se sometió a una cirugía para extraer sus perdigones, pues no soportaba el dolor y tenía muchas dificultades para caminar. Dicho procedimiento resultó muy complicado según los doctores, pues los perdigones estaban muy incrustados y debieron “raspar” (sic) para poder acceder a ellos. Después de la operación, le otorgaron dos licencias médicas seguidas por 5 y 25 días respectivamente, totalizando 30 días en que la víctima no pudo realizar sus actividades cotidianas con normalidad. Durante ese tiempo, por ejemplo, debía gatear para desplazarse al interior de su hogar, no pudiendo subir escaleras, cuestiones todas que le ocasionaron mucha incomodidad.

En definitiva, la agresión recibida por Carabineros le ocasionó mucho sufrimiento, tanto físico como emocional. .