Relato de la querella
El día 11 de diciembre del año 2019 a las 19:00 aproximadamente, el señor J. concurrió junto a un grupo de amigos al sector de Plaza Italia, con el objetivo de manifestarse pacíficamente. En un principio, el lugar parecía tranquilo, pero pronto comenzó a haber mayor flujo de gente y la víctima perdió de vista a su grupo cercano. Para intentar localizarlos don J. comenzó a moverse en busca de señal de celular, bajando en dirección poniente por la Alameda, y luego entrando hacia el sur (su mano izquierda) por la Calle Dr. Ramón Corvalán. En dicha calle la víctima notó un ambiente agitado, y decidió moverse rápidamente del lugar. Sin embargo, le fue muy difícil y pronto quedó definitivamente atrapado entre una multitud de gente. En un momento, ante un ataque policial, la masa de gente comenzó a correr en la misma dirección, quedando la víctima extraordinariamente expuesta a dicho ataque. En ese momento la víctima advirtió la presencia de un carro lanza-aguas y de Carabineros disparando sus escopetas. Echó a correr para intentar protegerse, sin embargo pronto sintió un fuerte dolor en la pierna derecha. El dolor le impedía caminar con normalidad, por lo que requirió un enorme esfuerzo para alcanzar 3 un puesto de la Cruz Roja que se había instalado en las inmediaciones del lugar. En aquella atención le informaron que el perdigón lo había impactado en el gemelo derecho. Le efectuaron curaciones y le aplicaron un parche sobre la perforación que se veía en su pierna derecha.
Luego, la víctima se dirigió hacia Recoleta, lugar en el que debía recoger su bicicleta, único medio de transporte que le permitía llegar a su hogar. Dicho trayecto fue extraordinariamente doloroso y la herida presentaba una hemorragia constante. Horas después el parche aplicado en el puesto de la Cruz Roja estaba empapado de sangre.
Con fecha 12 de diciembre de 2019, esto es, al día siguiente del evento antes descrito, el señor J. se dirigió al Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) ubicado en Zapadores, donde le practicaron radiografías que identificaron la presencia del perdigón dentro de su cuerpo. Ante la necesidad de extraer el perdigón de la pierna de la víctima, desde el SAPU lo enviaron al Consultorio de la comuna de Recoleta, lugar en el que lo citaron para el día siguiente con el objeto de retirar definitivamente el proyectil, lo que ocurrió el día 13 de diciembre de 2019.
El proceso de recuperación fue bastante largo y doloroso. La víctima tuvo que presentarse en el Consultorio cada cinco días, en tres oportunidades en total, para proceder con las curaciones, hasta que finalizaron el proceso de extracción de puntos. Los dolores intensos se prolongaron por al menos dos semanas, y luego de un mes y medio la carne dejó de estar expuesta, comenzando el proceso de cicatrización.
Actualmente, la herida que presenta don J. no ha cicatrizado completamente, aun habiendo transcurrido alrededor de cuatro meses desde el acaecimiento de los hechos recién narrados.