Institución del querellado
Delito investigado
Lugar del evento
Fecha del evento
Relato de la querella
El día 29 de octubre de 2019, a las 19:30 horas aproximadamente, en la Plaza Baquedano, la víctima P.A.F.B. estaba manifestándose pacíficamente junto a su pareja y otras personas.
Seguidamente, la víctima se desplazó hacia la intersección de Avenida Libertador Bernardo O’Higgins con calle Ramón Corvalán, comuna de Santiago, marchando por la calzada sur en dirección al poniente.
En tales circunstancias, P.D. visualizó a un carro lanza gases, proveniente de la calle Ramón Corvalán, que se dirigía en dirección norte, el cual frenó al encontrarse a unos 7 metros de distancia según estimaciones de la víctima, momentos en que un funcionario de Carabineros que venía en el vehículo abrió la puerta y apoyó su escopeta antidisturbios en el carro, apuntando directamente a P.D., disparándole munición de perdigón.
Inmediatamente, la víctima se agachó, recibiendo un impacto de dos perdigones en el casco que portaba y en el muslo de su pierna derecha, munición que quedó incrustada. Inmediatamente, la víctima sintió dolor y ardor en la zona, huyendo en dirección a la Avenida Vicuña Mackenna, donde recibió atención por parte de Brigadistas de Salud que se encontraban en el lugar.
Posteriormente, acudió al Hospital del Salvador para constatar lesiones, el cual emitió un dato de atención de urgencia que señala en lo medular: “Examen físico: herida en región cara anterior de muslo derecho. Hipótesis codificada: herida del muslo. Herida por perdigón muslo derecho. Diagnóstico Confirmado. “Pronóstico médico legal: Mediana Gravedad”. Allí le realizaron curaciones, le tomaron radiografías que confirmaron que el perdigón estaba alojado a 3 centímetros del fémur y lo dieron de alta.
Luego, el día 18 de noviembre de 2019, la víctima acudió al CESFAM Félix de Amesti, para que le realizaran curaciones, y constataron que el perdigón se había salido espontáneamente.
Finalmente, cabe consignar que la víctima agregó que su herida tardó en sanar aproximadamente un mes y medio, pues se le infectó la herida y debió realizarse numerosas curaciones. Esto le ha impedido realizar deportes y practicar actividad física 3 con habitualidad. En lo emocional, refirió haber tenido pesadillas en que lo perseguían los Carabineros, despertando agitado y sudado.