Relato de la querella
El día 12 de noviembre de 2019, a las 20:00 horas aproximadamente, E.F.T.T., la víctima, estaba manifestándose en la intersección de calle Carabineros de Chile con Avenida Vicuña Mackenna, comuna de Santiago.
En ese contexto, funcionarios de Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile, comenzaron a reprimir a los manifestantes, lanzándoles lacrimógenas y perdigones.
Mientras la víctima se encontraba a una distancia de 50 metros aproximadamente respecto de ellos, un grupo de unos 8 funcionarios de Fuerzas Especiales comenzaron a disparar lacrimógenas y perdigones. En un primer momento, fue impactada por dos lacrimógenas en la espalda y luego, por tres perdigones; uno en la cadera izquierda, uno en la rodilla derecha y uno en la mano izquierda, alojándose el último de estos -en la referida mano-.
Posteriormente, la víctima fue socorrida por otros manifestantes, quienes la llevaron a un punto de salud de la Cruz Roja, ubicado en el teatro de la Universidad de Chile, indicándole los brigadistas de la salud que no tenía ningún perdigón alojado.
Al día siguiente, y debido al fuerte dolor que presentaba en la mano izquierda, la víctima acudió al Instituto Traumatológico Dr. Teodoro Gebauer Weisser, lugar en el cual, luego de hacerse radiografías se confirmó que mantenía un perdigón alojado en la mano izquierda, debiendo hacerse presente que la víctima refirió que en dicha oportunidad, el doctor que lo atendió, al no poder extraer el perdigón de su mano le indicó que era recomendable no sacarlo.
En cuanto a las lesiones provocadas, según el Dato de Atención de Urgencia de fecha 13 de noviembre de 2019, emitido por el Instituto Traumatológico, se le diagnosticó: “Herida Contusa mano izquierda (por perdigón)”.
Finalmente, es dable acotar que, en su relato ante el INDH, la víctima hizo presente que entiende que tendrá el perdigón de por vida alojado en su mano, cuestión que lo afecta emocional, física y laboralmente, ya que se desempeña como pintor, y, además, que después de ocurridos los hechos no pudo trabajar en mucho tiempo, pues el dolor no se lo permitía.