Relato de la querella
El día 12 de noviembre de 2019, según su relato, alrededor de las 18:00 horas, se encontraba participando en las manifestaciones que a esa hora se realizaban en las cercanías de la Plaza Baquedano.
La víctima estaba en calle Ramón Corvalán en compañía de su amigo, cerca de un punto de salud que habían instalado voluntarios de la Cruz Roja por esa misma calle, en la cual hay un local comercial de instrumentos musicales, según refirió la víctima.
En ese momento, se acercó un piquete de Carabineros que comenzó a dispersar violentamente la manifestación que había en el lugar. De esta forma, un grupo de aproximadamente seis funcionarios de Carabineros, a una distancia de 5 metros aproximadamente, dispararon sus escopetas antidisturbios directamente a la víctima, su amigo y demás personas que se encontraban en el lugar, incluyendo a voluntarios de la cruz roja.
En el acto, la víctima recibió cuatro municiones de perdigón, uno de ellos en el costado izquierdo de la espalda, uno en la pantorrilla izquierda, otro en el brazo derecho cerca del codo y el más grave en el rostro, en su mejilla izquierda cerca del ojo, quedando alojado en el pómulo respectivo.
Seguidamente, los voluntarios de la Cruz Roja que estaban en el lugar lo atendieron y le prestaron los primeros auxilios. Posteriormente, fue trasladado al SAPU que refiere estaba cerca de su hogar, lugar en que fue recogido por familiares y llevado al hospital de Urgencia Asistencia Pública (Ex posta central).
En dicho Centro Asistencial, le tomaron radiografías y se logró identificar el perdigón incrustado en la mejilla, el cual no pudo ser extraído en ese momento. En la madrugada, la víctima se trasladó nuevamente a la ex posta central para extraerse el perdigón de su rostro por el dolor que le generaba, encontrándose con que el proyectil se había desplazado hacia la mandíbula. Transcurrida una semana desde la extracción del perdigón, la víctima volvió a dicho centro de salud, debido a que la herida se había infectado, y luego de que le realizaron unas curaciones y limpieza, la herida comenzó a cicatrizar.
Por último, cabe consignar que la víctima señaló que la herida en su rostro le provocó muchísimo dolor, debido a la fuerte inflamación que le produjo, hinchazón que se mantuvo por al menos una semana, dejándole, además, una visible cicatriz.