Hombre Chileno 29 Años

Admisible

Relato de la querella

El día 29 de octubre de 2019, J.J.L.A. salió de su trabajo ubicado en la comuna de Las Condes, hacia su domicilio ubicado en la comuna de El Bosque. Dado que el tránsito estaba desviado a la altura del metro Tobalaba, bajó del bus Transantiago que lo llevaría hacia su casa y caminó junto a un compañero de trabajo en dirección a calle San Martín, comuna de Santiago, para tomar otro bus.

Cuando se encontraban en la intersección de la Alameda con calle Miraflores, comuna de Santiago, alrededor de las 18:45 horas, un funcionario de Carabineros disparó una bomba lacrimógena al aire. Luego, lanzó otra bomba lacrimógena, pero esta vez en dirección al cuerpo del afectado. Pudo esquivar el impacto e inmediatamente levantó las manos en señal de no estar haciendo ningún tipo de desmán para que el funcionario no lo agrediera, sin embargo, el mismo uniformado le volvió a disparar directamente al cuerpo, impactando su pierna derecha con una bomba lacrimógena.

Pese al dolor, siguió caminando, ya que los funcionarios de Carabineros continuaron agrediendo a las personas que se encontraban transitando por el lugar.

Posteriormente, se dirigió al CESFAM Dra. Haydee López Cassou, donde le practicaron radiografías y le diagnosticaron una fractura expuesta de la tibia derecha. El documento de dato de atención de urgencia Nº 18593234, en la anamnesis indica “RX de rodilla derecha: trazo de fractura oblicua con levantamiento de fragmento a nivel de tercio superior de tibia derecha”.

Al día siguiente, acudió a la Mutual de Seguridad de San Bernardo, donde le tomaron radiografías, un escáner y le inmovilizaron la pierna. Según el documento de epicrisis de atención ambulatoria, la hipótesis diagnóstica de egreso fue “fractura tibia/peroné, proximal, expuesta. derecha”, y ahí fue derivado al Hospital Clínico de la Mutual de Seguridad, ubicada en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins Nº 4848, comuna de Estación Central, para someterse a una intervención quirúrgica.

Luego, en el mes de noviembre fue operado en el Hospital Clínico de la Mutual de Seguridad, para posteriormente someterse a un tratamiento kinesiológico con el objeto de recuperar la movilidad de su pierna derecha.

Por otra parte, también se encuentra en tratamiento psicológico y psiquiátrico, pues siente mucho temor al ver a funcionarios de Carabineros y ha sufrido de crisis de angustia y problemas para dormir, con pesadillas recurrentes, por lo que le recetaron medicamentos antidepresivos y para tratar el insomnio.

Tras la agresión, le extendieron 6 licencias médicas sucesivas desde el 30 de octubre de 2019 hasta el 25 de febrero de 2020, y dado que se desempeñaba como obrero de la construcción y que no se ha recuperado aún, el afectado se vio en la obligación de renunciar a su trabajo el 26 de febrero de 2020, pues estaba incapacitado para realizar sus labores, lo que le ha generado dificultades económicas, además de sufrimiento emocional y psicológico.