Relato de la querella
El jueves 26 de febrero de 2020, a aproximadamente a las 12:00 horas, la víctima ya individualizada, O.A.D., se encontraba realizando sus funciones habituales como trabajador de la empresa de telecomunicaciones VTR, junto a su colega Sr. Jaime Castillo. A esa hora, ambos se dirigian en un vehículo propiedad de la empresa a efectuar una instalación en un domicilio particular ubicado en calle Rendic, en el sector norte de la ciudad.
Refiere haber pasado de largo de la dirección en cuestión, por lo que decide retornar, dando la vuelta con el vehículo a efectos de salir entre las calles San Miguel y Avenida Rendic.
Al momento de llegar a dicha intersección el Sr. O.A. observa la presencia de un contingente de efectivos de Carabineros quienes estaban, conforme relata, propinando golpes a un niño contra la pared. Indica que, además, había en el lugar un vehículo detenido, con sus luces intermitentes encendidas y cuyos pasajeros estaban grabando la situación; refiriendo observar que uno de los efectivos policiales mantenía al niño sujeto por su cuello, por lo que reduce la velocidad al acercarse al lugar.
El Sr. A. continúa avanzando y se detiene detrás del vehículo que se encontraba detenido y que aún mantenía sus luces intermitentes encendidas. Se detiene allí durante algunos minutos, cuando es interceptado por un vehículo de carabineros, marca Nissan Terrano, momento en que uno de los efectivos le interpela diciéndole “avanza conchetumadre (sic)” y solicitando sus documentos, respondiéndole el Sr. A. que no puede avanzar, porque hay un vehículo detenido frente a él, mientras el vehículo policial maniobra para estacionarse más adelante, por lo que el Sr. A. desciende del móvil de VTR para aproximarse al funcionario de carabineros a efectos de mostrarle su documentación.
En el intertanto en que transcurre dicha interacción, el vehículo detenido frente al del Sr. A. ya había reanudado la marcha, por lo que no se encontraba ya en el lugar.
Nada más descender el Sr. A. del vehículo, se detiene unos segundos para observar lo que estaba ocurriendo con el adolescente que estaba siendo detenido, instantes en que se le aproxima una carabinera, quien le dice que “no se meta en webadas (sic)”, respondiéndole la víctima que “no se pasara a películas (sic)”. La funcionaria de carabineros le pide en ese momento, además de su documentación, la documentación correspondiente al vehículo, por lo que el Sr. A. se devuelve a buscarlos, siendo en ese momento atajado por el mismo carabinero quien le hubiera ordenado avanzar anteriormente, momento en que la funcionaria de carabineros indicase que el Sr. Ávalos le había dicho -al momento de decirle ella que “no se metiera en webadas”- que “era pasada para el pico” cuestión que el Sr. Ávalos niega tajantemente, pero frente a lo cual el funcionario de carabineros reacciona diciéndole que está detenido por “faltar el respeto a carabineros”, intentando de inmediato reducir al Sr. A.
Habida la situación el Sr. Ávalos refiere forcejar con el carabinero pues le señaló en reiteradas ocasiones que él no les había faltado al respeto y que no existián motivos para su detención, llegando en ese momento alrededor de 2 efectivos más, siendo aproximadamente 4 los efectivos de carabineros quienes le lanzan al suelo, tomándole uno de ellos por el cuello e intentando hacerle una llave, mientras que el resto de los carabineros comienzan a propinarle golpes de pies y puños en sus costillas.
Posteriormente, el Sr. Ávalos es subido al carro policial y trasladado hacia la Segunda Comisaría, junto a otras personas quienes habían sido detenidas anteriormente: unos escolares y un señor de aproximadamente 50 años quien le refiere haber sido detenido por estar grabando el actuar de carabineros ese mismo día en contexto de manifestaciones.
Al llegar a la comisaría, el mismo funcionario que hubiera mantenido al Sr. A. en una llave, le hace descender agarrándolo por el pelo mientras le grita “bájate concha de tu madre (sic)”, por lo que el Sr. Ávalos le dice que no puede bajarlo así, que “cómo se le ocurría (sic)”, recordándole que él incluso estaba esposado en ese momento.
El mismo funcionario, tras bajar del carro policial, lo lleva por el pasillo que se encuentra al costado de la entrada principal de la comisaría, frente a unas rejas de fierro y procede a darle dos golpes de puño en el rostro, en el sector del pómulo, cerca de su ojo derecho, golpes que habrían sido propinados con un guante con revistimiento duro, quizá plástico, además de una patada en el trasero. El mismo carabinero procede a llevarlo al sector de calabozo, momento en que el Sr. A. logra ver su identificación, con las iniciales J.G.S.
Una vez llevado al calabozo, dos carabineros le habrían preguntado qué fue lo que le sucedió, por lo que él les indicó haber sido golpeado por otro efectivo, indicando específicamente que fue quién le detuvo, cuestión que reiteró al abogado de la defensoría que se apersonara más tarde en el lugar.
Fue llevado a constatar lesiones en el Centro Asistencial Norte de Antofagasta, lugar en que fue atendido por las lesiones provocadas, retornando a la comisaría. Una vez de vuelta, señala el Sr. Ávalos que el defensor había tomado contacto con el fiscal, pues carabineros había informado que no había lesionados, mientras que él lo estaba.
Posteriormente, una magistrada, quien concurriera a la comisaría en virtud de una acción de amparo que se hubiera interpuesto a su favor, se entrevistó con él, consultando por sus lesiones, pues le habrían indicado que el Sr. A. se “había caído”. Conforme relata el Sr. A., la magistrada habría solicitado en ese acto las grabaciones de las cámaras de seguridad de la comisaría, respondiéndosele que no hay cámaras y que, las que hay, estarían fuera de funcionamiento.
Tras la entrevista, fue devuelto al calabozo, lugar donde se mantuvo hasta las 6:00 am del día siguiente, momento en que lo dejaron en libertad.
Una vez liberado, le contacta el abogado de la defensoría quien le señala que esperase en el lugar toda vez que la Policía de Investigaciones iba en camino para que pudiera prestar declaración ante ellos. Se le mostraron fotos de distintos funcionarios de carabineros, pudiendo él identificar en esa oportunidad al agresor, y siendo llevado nuevamente a constatar lesiones.
Concurre además al día siguiente a la detención a la Mutual de Seguridad, siendo diagnosticado con fractura de huesos nasales cerrada, contusión abdominal, contusión costal, contusión periorbitaria, contusión moderada de hombro, contusión leve de brazo y contusión leve de antebrazo. Actualmente se encuentra citado para asistir al Servicio Médico Legal el 13 de mayo del presente.
Cabe señalar que de la detención existe video que se encuentra en poder de esta querellante.