Hombre Chileno 55 Años

Admisible

Relato de la querella

El 25 de noviembre del año 2019, aproximadamente a las 21:30 horas, J.C.V.S. se encontraba en la Plaza Bicentenario ubicada en Avenida Bonilla, manifestándose pacíficamente junto a su cónyuge la Sra. R.O., principalmente por el acceso a una salud digna dado que su cónyuge padece de cáncer.

Momento en que funcionarios de Carabineros de la Sub Comisaria Norte, habrían empezado a dispersar a los manifestantes que se encontraban por calle Julio Montt Salamanca.

Momento en que su pareja decide retirarse del lugar, pero la víctima decidió quedarse en la manifestación, cerca del edificio del registro civil del sector, desde ahí observó a mucha gente corriendo por la calle de la Comisaria, pues carabineros comenzó a lanzar bombas lacrimógenas y a disparar con escopetas antidisturbios a todos los que se encontraban en el sector, esos disparos eran «quema ropa» y provenían de varios lugares, incluso desde dentro de la plaza Bicentenarios, donde había contingente policial en su interior.

Cuando las personas iban doblando por avenida Bonilla hacia el Sur, siente un estruendo, a la vez un golpe en la cabeza e inmediatamente un «pito» en el oído que lo ensordeció, al llevarse las manos a la frente sintió algo «caliente que le corría», y se percató que le salia mucha sangre y que había sido impactado por un balin, sin mediar ninguna provocación hacia los funcionarios.

No pudo ver quien le disparo, aun cuando el disparo fue a escasos metros. Refiere que no pudo reconocer al carabinero que le disparó, puesto que se encontraba mirando hacia el lado derecho, y el proyectil le habría ingresado por la sien izquierda, casi a la altura del ojo izquierdo.

Cuando se encontraba sangrando, un grupo de jóvenes se acercó a él y lo dirigieron a un lugar denominado «la capilla», en donde se habilito un espacio para atención médica, según indica, de la cruz roja, quienes le brindaron los primeros auxilios limpiando su herida pues sangraba demasiado, procedieron a suturar para parar la hemorragia. Además la víctima les informa a las personas que lo estaba ayudando que sentía dolor en el cuello y al revisarlo se percatan que tenía otra herida cerca de la vena aorta, en la parte del sector izquierdo del cuello, limpiaron la herida y pusieron un parche inicial.

Fue trasladado al hospital regional de Antofagasta, primero en un vehículo perteneciente a las de personas voluntarias que se encontraban en el lugar de atención de emergencia, el que lo traslado hasta la calle Arturo Pérez Canto a las cercanías de la ambulancia, la cual finalmente lo trasladó hasta el hospital Regional.

En el hospital lo ingresaron para ser atendido, no le realizaron ninguna otra curación adicional a las que había recibido por la cruz roja, le limpiaron sangre, le inyectaron ketorolaco, además le inyectaron un contraste, pues fue derivado a escáner, en el resultado el mismo arrojo la presencia de cuerpos extraños alojados uno en el parietal izquierdo y otro en su cuello cerca de la vena aorta.

Indica que ambos proyectiles no fueron extraídos, porque según el médico que lo entendió, no era necesario sacarlos puesto que «éstos no estarían comprometiendo órganos vitales». Fue citado para dentro de seis semanas, para eventualmente «extraer los perdigones». Estuvo en el hospital 12 horas. Actualmente se mantiene con los proyectiles en su cuerpo, pero refiere dolor, sobre todo el que se encuentra alojado en la sien, cuya herida se mantiene suturada con la atención que solo le brindó la Cruz Roja.