Relato de la querella
La estudiante de 17 años relató que el día lunes 27 de enero de 2020, alrededor de las 15:45 hrs., se encontraba dentro de las dependencias del Liceo Comercial de Arica, en espera de rendir la segunda prueba PSU, que oficialmente se iniciaría a las 16 hrs. Mientras esperaba junto a su compañera Karen Marcelo Medina sentadas en las graderías ubicadas en un patio colindante a los baños de mujeres, se acercó una señora a ordenarles que ingresaran a la sala para dar la prueba, a lo que la afectada respondió que la hora de inicio de la prueba comunicada por el DEMRE era a las 16 horas y que no ingresaría a la sala hasta esa hora, manifestándose con gritos contra la PSU y golpeando la banca de la gradería con sus manos; en ese momento se acerca una funcionaria de Carabineros sin identificación visible, quien le insiste en que debía entrar a la sala, a lo que la víctima nuevamente se niega; la funcionaria de Carabineros entonces rodea a la afectada y se ubica a su costado izquierdo, lugar donde permanecía su Tarjeta de identificación de PSU, leyendo sus datos personales, para luego volver a rodear a la niña y señalarle: “Ah, C.F.L.F. la que se le cayó el carnet… tranquila no más”. La víctima le preguntó si la estaba amenazando y la carabinera respondió: “no, no te estoy amenazando, pero tranquila no más.” Al mismo tiempo se escuchan gritos de voces de hombres desde la parte trasera del liceo, momento en que carabineros se dirige a ese sector por unos minutos. Al regresar el personal policial al sector de las graderías, la misma funcionaria mencionada anteriormente ordena a otros carabineros que estaban al interior del recinto que detengan a ambas jóvenes. Obedeciendo esta orden se acercan dos carabineros varones por los costados tomándola fuertemente de los brazos y la funcionaria por delante de C.F.L.F., bajándole la cabeza a la fuerza, y tapando con violencia su boca cuando ella comenzó a gritar su nombre, que era menor de edad y que tenía epilepsia. De este modo la condujeron hasta el retén móvil tirándole el pelo y empujándola dentro del vehículo golpeándose fuertemente, quedando sus documentos e identificación tirados en el lugar.
Una vez dentro del vehículo, la víctima insistió en que sufría de epilepsia y que sus medicamentos se encontraban en su cartera, en la oficina de portería, lugar donde se había instalado una custodia de las pertenencias de los estudiantes, pero los funcionarios no le hicieron caso, ignorando su petición. Durante el trayecto hasta la Tercera Comisaría, los funcionarios la agredieron verbalmente diciéndole: “pendeja huevona; ahora por huevona te quedaste sin dar la prueba; eres una ignorante, no tienes idea de nada”; preguntándole de qué 3 liceo había salido y con qué promedio. Al llegar a la Tercera Comisaría, siempre esposada, la trasladaron bruscamente hasta el ingreso, lugar donde la misma funcionaria le amenazó, diciendo: “ahora más vale que te portes bien, o si no, la vas a pasar peor”; a lo que C.F.L.F. responde: ¿y qué me van a hacer? ¿me van a volver a pegar? ¿me van a violar? recibiendo como respuesta de la funcionaria: no, no te van a violar, no sé. Luego de los trámites de rigor, nuevamente esposada, la trasladan al consultorio Iris Veliz para constatar lesiones, momento en el que la funcionaria policial le señala: «ah, era verdad que tenías epilepsia, yo pensé que era mentira». Luego, ante su insistencia, le llevan de vuelta a la Tercera Comisaría a buscar sus pertenencias, para finalmente trasladarla hasta la Primera Comisaría, donde le pusieron en una celda separada de los adultos. Una carabinera la trasladó al sector de los calabozos para realizar una revisión superficial, tocándola por encima de la ropa y pidiéndole que le mostrara si llevaba algo en el sostén, a lo que C.F.L.F. accedió bajándose un poco el body que llevaba puesto mientras cubría sus pechos. Al momento de llegar el padre de C.F.L.F., alrededor de las 20 hrs., le hacen entrega de sus pertenencias, pero no le entregan copia de la constatación de lesiones.
Una vez en su domicilio, la víctima sufre una crisis de epilepsia, por lo que su madre la traslada a la urgencia del hospital regional, lugar donde le señalan que no aparecía en el sistema computacional ningún registro de haber constatado lesiones ese mismo día, por lo que la médico que la atendió, Dra. Ninoska Franco Berríos, le hizo la constatación de lesiones, entregándole dos copias del DAU. Posteriormente, averiguaron quien era la funcionaria de Carabineros que dispuso su detención.