Relato de la querella
El día 11 de noviembre de 2019, alrededor de las 16:00 horas, J.I.G, adolescente de 17 años, se dirigía desde su domicilio en la comuna de San Ramón hacia La Cisterna por Avenida Américo Vespucio, para pasar a buscar un amigo e ir a jugar un partido de futbol.
La víctima iba caminando por la vereda norte de Américo Vespucio, a la altura del N° 744, comuna de La Cisterna, precisamente entre estaciones de metro San Ramón y La Cisterna, cuando se percató que venía un grupo de personas, muchos de ellos encapuchados, arrancando de Carabineros hacia una pasarela que hay en ese lugar. La turba de personas era perseguida por una patrulla de Carabineros que venía contra el tránsito por Américo Vespucio en dirección a San Ramón. El adolescente se asustó y trató de pasar desapercibido para no ser confundido con alguna de las personas que escapaban de la patrulla.
Los funcionarios se detuvieron y bajaron del vehículo justo frente a la pasarela. Uno de ellos se dirigió hacia J.I.G, quien, por temor a ser aprehendido, comenzó a caminar más rápido mientras abría su mochila para mostrar que dentro sólo llevaba su cambio de ropa y zapatos para el partido de futbol. Sin embargo, y a pesar de estar vestido con indumentaria deportiva, a rostro descubierto y no realizar en contra del funcionario ningún acto de amenaza o de agresión, éste se abalanzó sobre él haciéndolo caer al suelo. El funcionario lo esposó, sin prestar atención a las explicaciones que la víctima le daba para hacerle entender que él no se encontraba dentro del grupo que estaba siendo perseguido.
El adolescente fue subido a la parte trasera de la patrulla y, en su interior, fue agredido físicamente por dos carabineros, el que lo aprehendió y otro funcionario, quienes lo golpearon con puños y con el bastón de servicio en el rostro, espalda y el estómago, encontrándose la víctima esposada. Posteriormente, J.I.G. fue trasladado a la 10° Comisaría de La Cisterna, donde le fue indicado que el motivo de su detención era haber participado en desórdenes públicos. Después de pasar alrededor de una hora en la Comisaría, fue llevado a constatar lesiones al CESFAM que se encuentra en calle La Bandera, comuna San Ramón, donde la víctima fue acompañada en todo momento por un funcionario, y a pesar de tener equimosis y hematomas notorios en varias partes del cuerpo, el médico registró que no tenía lesiones. El adolescente fue nuevamente trasladado a la unidad policial, donde pudo comunicarse con su padre, a quien le dijeron que la víctima había golpeado a un carabinero, además de participar en desórdenes públicos. J.I.G. pasó la noche detenido y fue llevado al día siguiente a audiencia de control de detención y formalización, se fijó plazo de investigación, medidas cautelares y, finalmente, fue dejado en libertad.
Posteriormente, el día 14 de noviembre, el adolescente se dirigió al SAPU Padre Manuel Villaseca de la comuna de Puente Alto, donde le realizaron una constatación de lesiones, indicándose que presenta herida erosiva con costra en región cigomática derecha, con equimosis en región facial. Además, se constató un trastorno ansioso provocado por el episodio violento sufrido, el cual se manifiesta en signos como palpitaciones, insomnio, miedo a salir solo y tendencia a aislamiento en su habitación, compatibles con un cuadro de estrés post traumático, siendo derivado a terapia psicológica.