Relato de la querella
El día sábado 29 de febrero de 2020, alrededor de las 09:00 horas, S.A.M.O fue a dejar a su madre a la feria ubicada en la calle Las Torres con Avenida México, comuna de Puente Alto.
Cuando eran aproximadamente las 09:30 horas, mientras se encontraba esperando un bus para dirigirse a su domicilio en la calle Las Torres, en cercanías de la intersección con calle Los Toros, comuna de Puente Alto, pasaron dos funcionarios de Carabineros en bicicleta, identificados como F.E.A.S. y J.F.H..
Dado que S.A.M.O fue víctima de agresiones graves ocurridas en el mes de noviembre de 2019, donde perdió la visión de su ojo derecho y tuvo múltiples fracturas en su rostro, cada vez que ve a uniformados siente mucho temor, por lo que miró hacia el lado contrario al que transitaron estos funcionarios.
Cuando el bus se venía acercando, uno de los efectivos policiales le tomó el hombro por la espalda. S.A.M.O se asustó y le pidió que no lo tocara, indicándole que había perdido la vista de su ojo derecho por una agresión reciente propinada por funcionarios de Carabineros, por lo que sólo veía por su ojo izquierdo. Ante esto, uno de los uniformados lo tomó de ambos brazos, haciendo presión hacia arriba por su espalda, doblándoselos fuertemente, para posteriormente esposarlo del brazo derecho a una baranda de fierro que se encuentra en la orilla de la vereda.
Tras unos minutos, arribaron al lugar ocho funcionarios de Carabineros en motocicleta y dos vehículos policiales, y lo detuvieron violentamente, pese a que S.A.M.O no opuso resistencia en ningún momento, y que no estaba cometiendo ningún acto delictual.
Ulteriormente, otros funcionarios de Carabineros lo subieron a un auto policial marca Dodge. En el trayecto, S.A.M.O vio a su madre en la feria anteriormente mencionada, y le intentó avisar que estaba siendo detenido. Sin embargo, al gritarle por la ventana del vehículo, uno de los uniformados le apretó fuertemente la garganta, ahorcándolo, mientras otro de los funcionarios de Carabineros le propinó un golpe de manos en la cabeza, diciéndole “quédate tranquilo o va a ser peor”, apretándole las esposas.
Antes de llegar a la 38º Comisaría de Puente Alto, lo trasladaron a un centro asistencial para constatar lesiones y, previo a ingresar a éste, los uniformados le ordenaron a gritos que guardara silencio ante el médico, pues de lo contrario en la comisaría ”le iría peor”. Pese a que les preguntó en múltiples oportunidades el motivo de su detención, nunca se lo informaron.
Cuando ya se encontraba en la 38º Comisaría de Puente Alto, aún tenía su celular, por lo que llamó a su tía para avisarle de la detención. Tras la llamada, le quitaron el teléfono y lo ingresaron a un calabozo. Alrededor de cinco uniformados le gritaron reiteradamente “¡guatón culiao tuerto!” “¡te vamos a sacar el otro ojo!”, y durante un tiempo prolongado, cada 20 minutos aproximadamente, fueron hacia su celda y golpearon los barrotes con bastones de servicio para despertarlo. Asimismo, se acercaron al calabozo haciendo el saludo nazi (levantando su brazo diagonalmente), para luego en tono de burla decirle “ahora todos los hueones andan enfermos del ojo”.
Permaneció detenido todo el día sábado 29 de febrero de 2020, hasta que fue trasladado a la mañana siguiente al Juzgado de Garantía de Puente Alto, a una audiencia de control de detención, donde le imputaron las faltas del artículo 495 Nº 4 y 496 Nº 5 del Código Penal (faltar el respeto a la autoridad y ocultar su identidad a autoridad, respectivamente). Tras el término de ésta, quedó en libertad.
Por otra parte, si bien S.A.M.O ya se encontraba muy afectado psicológica y emocionalmente tras los hechos ocurridos en noviembre de 2019, luego de las vulneraciones sufridas el 29 de febrero de 2020, se agudizaron e intensificaron los episodios de angustia, sensación de desprotección, problemas para conciliar el sueño y temor al ver a funcionarios de Carabineros, por lo que comenzará a asistir a terapia.