Hombre Chileno 31 Años

Admisible

Relato de la querella

El día 18 de enero de 2020, a las 20:30 horas aproximadamente, en la intersección de Avenida Libertador Bernardo O‘Higgins con calle Ramón Corvalán, comuna de Santiago, la víctima M.R.N.C. estaba manifestándose junto a otras personas, momentos en que 7 funcionarios de Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile lo aprehendieron y trasladaron al interior del furgón policial.

Al momento de subirlo al vehículo, se produjo un forcejo con los funcionarios aprehensores ya que la víctima intentó escapar dos veces por ambas puertas, sin conseguirlo. En ese instante, fue agredido por los funcionarios aprehensores mediante golpes de puño, pies y bastón de servicio en sus brazos, rostro y espalda, además de que fue escupido por uno de ellos, que refirió como el más joven de todos.

Durante el trayecto, un funcionario le hacía preguntas y lo golpeaba mediante golpes de puño y pies en sus brazos, rostro y espalda. Además, una carabinera de apellido G., le quitó su celular marca Samsung en el que había grabado parte de la forma en que se produjo la detención.

Antes de llevarlo a la Comisaría, lo llevaron a constatar lesiones al CESFAM N° 1 Dr. Ramón Corbalán, en donde los mismos efectivos policiales lo amenazaron para que no denuncie las agresiones. En ese momento, la víctima estaba sangrando y uno de los funcionarios le dijo que se lavara la cara advirtiéndole que “no anduviera sapeando que le pegaron”. Luego, cuando el médico lo revisó, le preguntó dónde se había hecho las heridas que tenía, a lo que el afectado se vio obligado a contestar que se había caído en su casa. De todos modos, se registró el maltrato físico, quedando evidenciado en el DAU N° 0387706 “hematomas en región inferior del ojo derecho, región lateral izquierdo de hueso frontal y excoriación en región posterior del tórax, lesión de carácter leve”. Mientras que, en la anamnesis, se registró que “el denunciante niega lesiones”.

Luego, lo trasladaron a la 1° Comisaría de Santiago, ubicada en Santo Domingo 715, de la misma comuna, llevándolo a la guardia anexa o patio interno. En esos momentos, funcionarios del INDH se apersonaron en la Comisaría para verificar las condiciones de detención de los detenidos, entrevistándose con M.R.N.C., a quien se tomó contacto, relato y se le tomaron fotografías.

Cabe consignar que, mientras personal del INDH notificaba a la jefatura de la Región Metropolitana la situación de vulneración de la víctima de estos hechos, mediante mensajería de texto telefónico, el encargado del procedimiento, carabinero de nombre D.C., con tono agresivo y ofuscado, señaló al personal del INDH que “la ley” indica que solo podían estar con el detenido un “momento breve”.

Luego que los funcionarios del INDH se retiraran de la Comisaría, la víctima relató que se le acercó una Carabinera de apellido G. (misma que le pidió el celular en el furgón policial), y él consultó por su teléfono, a lo que ella respondió que el móvil se le cayó en la detención – lo cual sería falso ya que ella misma lo habría recibido-. En ese mismo momento, otro carabinero informa que él lo tenía en su poder, en su bolsillo, aconsejando que se tranquilizara.

Seguidamente, lo trasladaron al calabozo de la Comisaría, donde pasó la noche. Al firmar documento de pertenencias, se percató que su celular estaba con la pantalla completamente quebrada, sin memoria y con el chip pegado encima.

Al día siguiente, fue trasladado ante el 7° juzgado de Garantía de Santiago, donde a las 11:30 horas aproximadamente se verificó la audiencia de control de detención, en la cual M.R.N.C. fue formalizado por el delito de desórdenes públicos, quedando sin medidas cautelares y se decretaron 61 días de investigación. También se informó sobre los hechos de violencia a la Jueza, quien le preguntó sobre los nombres de los funcionarios, de quienes solo recordó un par, entre ellos la carabinera de apellido G.