Hombre Chileno 29 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Homicidio frustrado
  • Lugar del evento
  • Penco
  • Fecha del evento
  • 20-10-2019, 18:30 hrs.

Relato de la querella

El día 20 de octubre de 2019, alrededor de las 18:30 hrs., en el contexto de los saqueos al supermercado Ganga, ubicado en el sector de Lirquén, comuna de Penco, A.J.S.D. se encontraba manejando su vehículo, cuando sorpresivamente un contingente de Carabineros de Chile le cerró el paso, ordenándole que descendiera del mismo. Ante el estupor de la víctima, los funcionarios policiales lo sacaron violentamente del vehículo, reduciéndolo a un costado de éste, y sin mediar provocación, comienza a golpearlo brutalmente en la espalda con sus bastones de servicio.

Para evitar seguir siendo golpeado, S.D. logra incorporarse y volver al interior de su vehículo, pero es rodeado por tres funcionarios de Carabineros. Uno de ellos, que se ubicó al lado de la puerta del conductor, logra abrirla para introducir la cacha de su escopeta, propinándole a la víctima repetidos golpes en la cabeza.

A continuación, el funcionario policial pone el cañón de arma de servicio sobre la sien izquierda de la víctima, pasando el tiro y gritándole «¡te voy a matar, ladrón culiao! (sic)». La víctima, con el objeto de resguardar su vida, se intenta agachar, cubriéndose la cabeza con el antebrazo izquierdo, recibiendo un disparo de escopeta a quemarropa, que le generó una herida abierta, con pérdida de tejido cutáneo y muscular, resultando con sus tendones expuestos, lesiones catalogadas como de carácter grave.

No obstante la gravedad de sus lesiones, una vez que estuvo fuera del vehículo, recibió el ataque de otros de los funcionarios con un arma a perdigones, recibiendo el impacto de dos en su mano izquierda, lo que se suma a las contusiones y hematomas producto de los golpes con bastón de servicio recibidos previamente. Los funcionarios no prestaron socorro alguno para tratar las lesiones que le provocaron, sino que, por el contrario, se alejaron rápidamente del lugar.

La víctima indica que, producto del sangrado profuso de la herida, quedó completamente bañado en sangre, y pese a la gravedad de la lesión, logró trasladarse por sus propios medios hasta la Unidad de Urgencias del Hospital de Penco-Lirquén, con el objeto de solicitar atención médica. Sin embargo, no obstante que fue admitido y su herida tratada, la atención recibida en el Hospital de Penco-Lirquén de parte de funcionarios fue hostil, recibiendo acusaciones de parte de los mismos funcionarios de haber estado saqueando.

A los pocos minutos, la pareja de la víctima, J.V.C., llegó a ver a su conviviente a la Unidad de Urgencias del Hospital, donde se encontró con la madre de A.S., quien se encontraba siendo interrogada por un funcionario de Carabineros de Chile, el que se retiró cuando J.V. le preguntó por el motivo de la conversación. Sin embargo, el mismo funcionario fue visto por amabas testigos, minutos después, revisando el automóvil de la víctima y tomándole fotografías. Al consultarle por su actuar, el funcionario de Carabineros les señaló que había sido enviado a tomar el relato de A.S.D., y que, si hacían la denuncia por la herida de bala, ellos mismos se iban a encargar de acusarlo por robo, y por estar en la calle bajo toque de queda.

Posteriormente el mismo funcionario de Carabineros ingresó a la Unidad de Urgencia, junto con otro agente policial, éste último amenazando a la víctima con que, si denunciaba, lo llevarían detenido a la Comisaría y le seguirían “sacando la cresta (sic)”. El primer funcionario, el que previamente había hablado con J., le señaló que «no había problema porque ya había hablado y se iba a ir así no más, sin hacer denuncia».

Posteriormente, fue trasladado al Hospital Higueras de Talcahuano, donde otro funcionario de Carabineros de Chile recibió el testimonio del disparo.