Hombre Chileno 18 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Apremios ilegítimos
  • Lugar del evento
  • Pedro Aguirre Cerda
  • Fecha del evento
  • 20-10-2019, 18:00 hrs.

Relato de la querella

El día 20 de octubre de 2019, alrededor de las 18:00 horas, C.M.D. se encontraba en una manifestación en plaza Dávila, ubicada en de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, cuando carabineros de la tenencia Pedro Aguirre Cerda, que se encuentra en la calle Club Hípico N°6035, a media cuadra de la plaza, comenzaron a disparar perdigones y bombas lacrimógenas en contra de quienes participaban en ella. Enseguida, apareció un furgón policial de FF.EE. por calle club Hípico en dirección a la comisaría, en contra del cual C.M.D. lanzó una piedra y salió corriendo por calle Club Hípico en dirección al sur.

Sin embargo, a poco andar, fue alcanzado por dos personas vestidas de civil, que no participaban en la manifestación, y le bloquearon el paso, golpeándole uno de ellos con una patada en el estómago, lo que provocó que chocara con una señora, perdiendo estabilidad, lo que permitió que entre los 2 civiles lo botaran al piso y lo inmovilizaran por algunos segundos, hasta que llegó un grupo de 6 carabineros de FF.EE., que bajó del furgón, quienes lo tomaron de brazos y pies y lo trasladaron en vilo hasta la tenencia.

Durante el trayecto, sin que C.M.D. presentara resistencia, fue golpeado reiteradamente con patadas en su espalda y cabeza. Uno de ellos, que parecía tener mando sobre el grupo, le dijo a los demás “aquí no, hay cámaras, espérate y pégale adentro”.

Al entrar a la tenencia, había varios funcionarios resguardando la entrada, quienes lo patearon y pegaron lumazos, a medida que iba ingresando.

Cruzando la mampara, mientras era conducido al calabozo, 2 funcionarios le siguieron pegando durante todo el trayecto, y especialmente en el calabozo, en donde, entre ambos, lo golpearon en diversas partes del cuerpo. Uno de ellos, comenzó a pegarle golpes de puño en el cuerpo y rostro, rompiéndole el labio 3 inferior y fracturándole 2 dientes. Este funcionario era de contextura más bien delgada, de tez trigueña, de estatura media, de entre 25 y 35 años de edad; el compañero era moreno, más alto, 1,80 mts, de entre 35 y 45 años de edad.

Después de golpearlo, y como ni siquiera habían registrado sus vestimentas, la víctima pudo usar su celular y dar aviso a su madre, además de publicar una historia en su cuenta de Instagram.

2 o 3 minutos después, ingresó al calabozo otro funcionario, vestido solo con camisa verde, de contextura gruesa y calvo, tez blanca y unos 40 años aproximadamente, quien le pidió sus vituallas y dejó ir al baño a limpiarse la sangre que tenía en su rostro y en la oreja izquierda.

Aproximadamente 10 minutos después, llegaron hasta el calabozo los mismos 2 funcionarios que le habían golpeado antes, ingresando el de estatura media, quien estaba especialmente exaltado, y volvió a golpear a C., tomándolo de la solapa y agrediéndolo con sus puños en diferentes partes del cuerpo; sacándolo a punta de golpes del calabozo y mientras salía, el de mayor altura que estaba afuera, lo recibió con rodillazo en el estómago. Todo lo anterior, a vista y paciencia del funcionario de contextura gruesa y calvo, que nada hizo para detener la golpiza.

Enseguida, el carabinero de estatura media, le dobló el brazo por la espalda muy fuerte, llevándolo hacia un furgón institucional, pegándole cabezazos con el caso de servicio. Mientras lo hacía, le preguntaba a la víctima “¿te duele?”, ante lo que este respondía “no”, respuesta que alteraba aún más al funcionario, quien aumentaba la presión en el brazo para intensificar el dolor.

Al interior del vehículo, se encontró con otros detenidos, un señor de 50 años aproximadamente, con su hijo de 14 años, quien vive en una calle cercana a su domicilio y otro detenido que en el trayecto fue ingresado.

A continuación, los 4 detenidos fueron conducidos a la 51° Comisaría de Pedro Aguirre Cerda, ubicada en calle Centroamérica 4210 de dicha comuna. En el trayecto, quien conducía lo hacía pasando por los lomos de toro de la calle a gran velocidad, provocando que los detenidos se golpearan a cada salto entre ellos, con las paredes e incluso el techo del furgón. 4

Cuando llegaron a la 51° Comisaría, uno de los carabineros que lo llevaba le dijo a algunos funcionarios de esa unidad “Él fue el que apedreó el z”, lo que fue suficiente para que uno de ellos reaccionara acercándose directamente a la víctima empezara a darle golpes de puño en el rostro. A continuación, lo tironeó para que subiera la escalera de entrada al edificio, y al ingresar le dio una patada muy fuerte, que lo tumbó en el suelo, diciéndole “párate rápido o si no, te sigo pegando”. En ese momento había unos 5 funcionarios mirando, ninguno de los cuales intervino para evitar que lo golpearan.

A continuación, 2 funcionarios de la comisaría lo trasladaron en conjunto con los demás detenidos, a un sector ubicado frente a la puerta de los baños. En ese lugar, uno de ellos -moreno, ojos color café claro, estatura media, de entre 25 y 35 años- les dio la orden de desnudarse y hacer 3 sentadillas.

Habiendo hecho las sentadillas, y una vez vestido, otro carabinero, también de tez morena, de contextura más gruesa que el de ojos claros y un poco más alto, ¿le dijo “no te gustó andar tirando piedras por la espalda? Ahora peleemos cara a cara”, y empezó a darle golpes de puño en el rostro, por lo que empezó a sangrar por uno de sus labios. Tras ello, dejaron de golpearlo por unos instantes, para comenzar a golpear a uno de los detenidos con los que fue trasladado en el furgón. Luego, mientras seguían parados afuera de los baños, llegó una funcionaria, quien les dijo a los demás carabineros que pararan de golpearlos.

Tras esto, llegó el funcionario de la guardia, un hombre alto y corpulento, moreno, de entre 35 y 45 años, que los distribuyó en distintos calabozos, separando a C.M. de los otros 3 detenidos y siendo ingresado a otro en donde había 4 detenidos.

Entre las 20.00 y las 20.30 hrs aproximadamente, llegaron a visitarlo su madre y padre, quienes pudieron verlo por breves minutos, y ver el estado en el que se encontraba. Al consultarle qué le había pasado, prefirió decirles que se había caído, ya que los funcionarios estaban muy cerca, intimidándolo.

Una media hora después, dentro de Comisaría, fue trasladado a otro calabozo, de un tamaño aproximado de 3×3 mts, en donde había unas 15 personas 5 detenidas, todos hombres mayores de edad. A medida que avanzaba la noche, fueron llegando más y más detenidos, llegando a haber unos 30 en dicha celda.

Alrededor de la medianoche, se produjo un cambio de turno, llegando un carabinero cuyo rango desconoce, quien se acercó a la celda diciéndoles “cagaron, ahora yo estoy al mando”, no pudiendo retener sus características físicas. A partir de ese momento, la violencia contra todos los detenidos se intensificó, manteniendo las condiciones inhumanas de hacinamiento, impidiendo a los detenidos ir al baño; aunque no con C.M., quien estaba en el interior de la celda en muy mal estado. Sin perjuicio de ello, a las 1:30 de la madrugada, uno de los funcionarios se acercó a la celda y con una manguera mojó con agua helada a los detenidos, por al menos 2 minutos.

Después de las 6 de la mañana, una carabinera preguntó a quiénes no se les había constatado lesiones, señalando M.D. junto a otros 3 detenidos que esa era su situación, motivo por el cual los sacaron de la celda para subirlos a un furgón, en donde los trasladaron a constatar lesiones. En el trayecto, un carabinero de apellido Marchant le decía que tenía “pinta de anarquista”, y que él junto a los demás detenidos eran unas lacras, la escoria de la sociedad y que no merecían estar vivos. Este carabinero era una persona alta, de contextura normal, tez blanca, pelo corto negro, 1,80 a 1,85 mts de estatura, y que utilizaba unos guantes que le cubrían la mitad de los dedos. Al llegar al vehículo, le dijo a los detenidos que se afirmaran bien porque el chofer era “loco para manejar”, y nuevamente fueron conducidos bruscamente durante todo el trayecto.

Previo a la constatación, los llevaron a la 11° Comisaría para registrar su huella dactilar. De ahí fueron a la 51° Comisaría para dejar a quienes no había que constatar lesiones y de ahí fueron trasladados al SAR Amador Neghme, ubicado en Alhué 2810, comuna de Pedro Aguirre Cerda. De la constatación no le dieron ninguna información. Fue finalmente, liberado alrededor de las 11:20 hrs, sin siquiera haber sido puesto a disposición de un tribunal para el control judicial de su detención. Ese mismo día, alrededor de las 17.00 hrs, regresó al SAR Amador Neghme para que le constataran lesiones, constando las siguientes lesiones: -equimosis puntillado eritematoso en región parietal derecha; -equimosis violácea en ambos hombros y codo derecho; -hemorragia subconjuntival izquierda no expansiva; -hematoma fosa orbitaria izquierda; -fractura diente incisivo superior e inferior; -múltiples contusiones y escoriaciones en región dorsal que involucran región escapular dorsal y lumbar bilateral a predominio izquierdo.

Avances de la investigación

Seis funcionarios de Carabineros fueron condenados por el delito de apremios ilegítimos. Sus penas van desde 541 días de remisión condicional a 3 años y 1 día de libertad vigilada intensiva.