Hombre Chileno 36 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Apremios ilegítimos
  • Lugar del evento
  • Quilpué
  • Fecha del evento
  • 20-10-2019, 14:30 hrs.

Relato de la querella

El día domingo 20 de octubre del 2019, E.A.B.J., en circunstancias que se encontraba en el centro, en la comuna de Quilpué, junto a su hijo de seis años, fue detenido y golpeado por funcionarios de Carabineros.

Ese día sábado, E. refiere que cerca de las 14:30 horas, llamó a la madre de su hijo, porque le correspondía la visita del día domingo, llegando al sector de Los Pinos a buscarlo. Después, bajó con su hijo en colectivo desde dicho sector, hasta el centro de Quilpué. Indica que cuando caminaban por la calle, veían que había vidrios quebrados, y una farmacia quemada, entre otros desmanes, su hijo le preguntó qué pasada, explicándole que había gente mala que hacía cosas malas también.

Agrega que continuaron caminando a la altura del Supermercado Santa Isabel, que estaba resguardado por militares, ellos estaban en su trabajo, así que indica que siguió caminando con su hijo por el paso bajo nivel, sin embargo la gente desde arriba comenzó a tirar cosas a la calle, así que era inseguro caminar por ahí, así que se devolvió con su hijo.

En ese momento no había ninguna marcha o manifestación, porque no era lugar para marchar, había gente curioseando, entonces apareció Carabineros y comenzaron a echar a todos. Los Carabineros estaban golpeando gente. Indica que en ese momento se sentó en una banca a esperar que pasara todo, porque tenía a su hijo en brazos, llegó Carabineros pegando, y les dijo “oye loco no me peguis estoy con mi hijo”, y habría recibido como respuesta “te lo quito y me lo llevo a SENAME”, luego de esta amenaza, el mismo funcionario que lo amenazaba con quitarle a su hijo, le pregunta a otro carabinero “me lo llevo?” y le responden que sí, él indica que intentó defenderse porque no estaba haciendo nada malo y tenía a su hijo en brazos, pero le fue arrebatado, y comenzaron a golpearlo, se desesperó se paró como pudo, ensangrentado, se levantó para ver dónde estaba su hijo y se dio cuenta que su hijo estaba llorando adentro de una patrulla de carabineros, y lo miraba. Agrega que en ese momento, lo tomaron entre 6 funcionarios, lo subieron a un furgón, le pisaban los talones y las manos, refiere que aún tiene una mano inflamada porque las esposas que le pusieron muy apretadas.

Llegando a la comisaría, los mismos carabineros lo insultaban como “mal padre”, le criticaban que era un mal padre por “estar en la marcha con su hijo”. Una vez dentro de la comisaría, estaba de pie en un pasillo, esposado, y los funcionarios aún lo amenazaban con quitarle a su hijo, a quien no volvió a ver, pese a que preguntaba reiteradamente por él, pero se negaban información sobre su hijo.

Posteriormente, indica que un suboficial identificado como S., lo llevó al baño con dos más, donde le pegaron en el baño, él estaba descalzo y le seguían pegando, le quitaron el teléfono, las llaves, la plata (SIC). Un funcionario lo estaba asfixiando por el cuello con las piernas, y sólo pudo zafarse porque golpeó en la entrepierna a un carabinero. Insistentemente les decía que dejaran de pegarle, pero le decían “quédate callado conchetumadre, vamos a quitarte a tu hijo. Lo tiraron dentro del calabozo, en un momento le dijeron “quédate cállate, que los muertos no hablan”. “Sigue nomás, te pego un puro tiro”.

Lo llevaron a constatar lesiones al Hospital de Quilpué, donde le pegaban en las piernas, en las costillas, le daban manotazos. Indica que alguien debió darse cuenta, porque gritaba que le dejaran ver a su hijo, la gente solo lo miraba, pero nadie podía hacer nada. Había 3 o 4 personas más en el Hospital, constatando lesiones, uno de ellos era M., que había sido detenido con sus hijos N. y P. Cada vez que pedía saber de su hijo, un Carabinero le pegaba contra la pared, y lo empujaba nuevamente. Cuando logró hablar con el doctor que lo atendía, apenas le hizo un par de preguntas, lo miró como con lástima, y salió nuevamente.

Indica que le negaron una llamada telefónica, hasta que llegó una abogada de derechos humanos, que llegó a entrevistarlo, pero el suboficial lo miraba con una mirada de odio y no pudo decir mucho. Esta misma abogada le tomó una foto.

Después que se fueron los de derechos humanos, unos 10 minutos después, lo llevaron al hall de acceso, donde le preguntaron el número de rut para confirmar la identidad y lo llevaron de vuelta al calabozo, nuevamente preguntó por su hijo, pero lo único que le decían era “cállate conchetumadre”.

Cuando ya había regresado al calabozo, un carabinero abrió la puerta de la celda y le dijo “vo ven pa acá conchetumadre” (SIC), al sacarlo, unos 4 a 6 carabineros comenzaron a pegarle nuevamente. Como pudo, logró zafar y corrió, pero sólo pudo llegar hasta la puerta de acceso, porque las otras personas que se encontraban detenidas, le gritaban que no se metiera al baño. Refiere que luego vio un tumulto de gente encima, eran carabineros que empezaron a pegarle nuevamente, así que, como pudo, corrió al sector de los calabozos, donde las otras personas que se encontraban detenidas gritaban que no le pegaran más.

Los golpes sólo se detuvieron cuando apareció un funcionario mayor, más canoso, quien pidió calma. Cuando llegó este funcionario mayor canoso, le preguntó “qué querí”, y E. le respondió que necesitaba saber de su hijo. Así que lo sacaron, y le permitieron llamar por teléfono, se contactó con F., la madre del hijo, diciéndole que estaba detenido, sólo le dijo “F. estoy detenido, pero no quiero nada, no quiero frazadas, comida, no quiero nada, solo saber cómo está mi hijo”, y ella le respondió que estaba bien. “Tranquilízalo, dile que yo fui al hospital porque me caí”. Al terminar la llamada, le dijo “eso era todo señor, por qué no me dejaron averiguar de mi hijo” y les devolvió el teléfono. Después de eso, lo pasaron a otro calabozo donde estaba solo, pero ya no reclamó nada hasta el otro día, donde lo llevaron a la fiscalía (SIC, corresponde al Tribunal de Garantía).

Al día siguiente, después de la audiencia de control de detención, saliendo del Tribunal, se dirigió al Hospital de Quilpué, para constatar lesiones, pero estaba muy lleno, “como iba independiente, no iba con carabineros tenía que esperar su turno y tenían 4 horas de espera” así que le ofrecieron que fuera a Belloto Sur, donde atendían desde las 4 pm, así que fue directo y salió a las 6 pm, justo antes del toque de queda. Copia de este documento se acompañará directamente a la Fiscalía.

Después de eso se fue a la casa y recién a esa hora pudo ver a su hijo. Refiere que ahora tiene miedo, “Si mi hijo se pierde en la calle, cómo le explico que carabineros es buena persona y lo pueden ayudar, si me golpearon delante de él, me mazamorrearon (SIC) y me humillaron frente a él, y se lo llevaron”

Con posterioridad a la Observación en Comisaría, por porte de INDH, durante la noche del día domingo 20 de octubre, una abogada que se encontraba en la Segunda Comisaría de Quilpué, escuchando gritos y golpes que provenían desde los calabozos, dedujo un amparo verbal a favor de E.B.J., conforme al artículo 95 del Código Procesal Penal, sin embargo éste fue rechazado, sin que el juez compareciera en dicha unidad policial, se dejó una constancia de esta solicitud en causa del Tribunal de Garantía de Quilpué.