Relato de la querella
El día martes 26 de noviembre de 2019, las víctimas, todos ellos observadores de Derechos Humanos de la “Fundación 1367 Casa Memoria José Domingo Cañas”, se encontraban a eso de las 19.10 horas de la tarde en labores de inspección de los procedimientos de Carabineros respecto al control y resguardo de la manifestación social, haciendo especial énfasis en el uso de armamento (específicamente escopetas), su ángulo y distancia de disparo, uso de armas químicas y de vehículos tácticos. En esos momentos, el equipo de observadores se encontraba en las inmediaciones de las calles Ramón Corbalán con Carabineros de Chile, en los sectores aledaños al sector de Plaza Italia. Acto seguido, se trasladaron por calle Vicuña Mackenna hacia el sur, hasta el sector de la intersección con la calle Barón Pierre de Coubertin, Comuna de Santiago Centro, exactamente en la vereda norponiente, donde pudieron percatarse que aún existía la presencia de algunos manifestantes que se enfrentaban con Carabineros en dicha esquina.
En dicho lugar, pudieron observar la presencia de un carro lanza aguas de Carabineros, identificado con la placa patente LA45, y paralelo a éste, un bus de personal de Fuerzas Especiales, con placa patente B509; estos se enfrentaban con los manifestantes cercanos a Plaza Italia, y mientras avanzaban, el equipo de observadores se encontraba registrando la situación en video, avanzando en paralelo con los funcionarios policiales y manteniendo una distancia de 30 a 40 metros respecto de los funcionarios policiales, por la vereda norponiente de la misma avenida Vicuña Mackenna.
En esos instantes, el grupo de observadores pudo percatarse y registrar mediante las cámaras cómo los funcionarios policiales se apostaron a un costado del mencionado bus, comenzando a disparar con la carabina lanza-gases hacia la gente, directamente en un ángulo de 90º, es decir, directo hacia el cuerpo de las personas.
Acto seguido, y mientras continuaban grabando con las cámaras el actuar represivo de la policía, el mismo funcionario policial que había disparado hacia el cuerpo de las personas, se volteó y comenzó a avanzar hacia el grupo de observadores, con las armas en la mano, sin ningún motivo aparente, puesto que las manifestaciones continuaban desarrollándose hacia el sector de Plaza Italia, mientras que éstos se encontraban en sentido contrario. A este funcionario le siguieron otros más quienes, con actitud agresiva, comenzaron a avanzar directamente de frente hacia el grupo de observadores, con las escopetas firmes en el torso y los bastones de servicio desenfundados en la mano; ante esta intimidación, el grupo de observadores comenzaron a retroceder al mismo tiempo que continuaban grabando.
A pesar de que las víctimas intentaron mantenerse en el lugar, apoyándose contra la pared para no interponerse en el camino de los funcionarios policiales, esto no les fue permitido, siendo forzados a continuar retrocediendo hasta la esquina de la calle Barón Pierre de Coubertin, donde intentaron doblar hacia el poniente, acción que no les fue permitida por carabineros; resultando completamente cercados finalmente por un grupo de cuatro o cinco funcionarios policiales, en la esquina sur poniente de dicha intersección, quienes no les permitieron moverse ni avanzar en ningún sentido.
En dicho cerco policial en torno a los observadores, éstos se impusieron sobre los observadores a muy corta distancia, siendo incluso una de las víctimas, M.C., tocada con la escopeta lanza gases en su pecho. A continuación, las víctimas comenzaron a ser increpadas por los funcionarios policiales a propósito de su labor; con frases tales como “Ustedes están para protegernos”, o “Están para defender los derechos humanos, graben para los dos lados”. No se les permitió en ningún momento moverse del lugar en donde se encontraban cercados; hasta que finalmente, después de aproximadamente diez minutos en esta situación, los funcionarios policiales retornaron en dirección hacia el norte, hacia el punto inicial desde donde se encontraban ejerciendo sus funciones antes del acto de intimidación, momento en el cual otros manifestantes del sector se acercaron hasta las víctimas para prestarles auxilio.