Relato de la querella
El día 12 de noviembre de 2019, alrededor de las 23:30 horas, S.A.R., se encontraba en la casa de su abuela ubicada en la comuna de Curacaví.
Alrededor de esa hora, S. decidió salir a buscar a su gato que se había escapado de la casa. Caminó en dirección norte, sin embargo, al llegar a la esquina de Germán Riesco con Francisco Saavedra, había personal de Carabineros lanzando bombas lacrimógenas a un grupo de manifestantes que habían cortado parcialmente el tránsito por Avenida Germán Riesco.
La víctima, al ver la acción de Carabineros, y que muchas de las personas que se encontraban en la calla comenzaron a correr en diferentes direcciones, decidió volver a casa de su abuela. En ese momento, sintió que la estaban siguiendo, y cuando le faltaban unas tres casas para llegar al domicilio de su abuela, sin alcanzar a reaccionar reaccionar, vio como tres funcionarios de carabineros que la perseguían la tomaron de los brazos y la jalaron hacia atrás. Uno de ellos, pegándole una patada en las piernas, tipo “barrida”, la hizo caer al suelo boca abajo.
Posteriormente, y a pesar de que la víctima no opuso ninguna resistencia, la levantaron del suelo tomándola del pelo, la lanzaron y presionaron contra la pared de una casa del sector. La víctima es de baja estatura y de contextura fina, por lo que cada golpe y zamarreo le provocaba gran impacto, haciendo palpable la desproporción en la violencia utilizada por Carabineros, quienes en todo momento sólo se dedicaban a insultarla y amedrentarla.
Las agresiones la dejaron totalmente abatida y sin fuerzas, además de sentir mucha impotencia por no poder hacer nada para parar las agresiones. S. intentaba explicar que se dirigía al domicilio de su abuela en esa misma cuadra, no obstante, los funcionarios la increpaban diciéndole “qué andas haciendo aquí pendeja culiá? …(sic)”.
Posteriormente, dos funcionarios la tomaron por los brazos y la zamarreaban, no querían dejarla ir y, sin embargo, tampoco procedían a llevarla detenida. En ese momento, una tía materna de S., al escuchar algunos ruidos en la calle, salió de la casa de la abuela, al mismo tiempo que otra tía se aproximaba en vehículo al domicilio. Entre ambas increparon a los carabineros, y, luego de forcejear con ellos, lograron que la víctima fuera liberada.
En la madrugada del día 13 de noviembre de 2019, un poco después de lo ocurrido, y cuando S. estuvo un poco más recuperada, su padre la llevó a constatar lesiones al Hospital de Curacaví, donde fue atendida por el doctor Juan Pablo Vilches, quien constató lesiones leves producto de las agresiones, consistente en irritación en el cuero cabelludo y magulladuras y contusiones en las extremidades, así como estrés post traumático, lo cual se continuó manifestando por varias semanas, generando angustia, ansiedad y cambios de ánimo en la víctima.