Relato de la querella
El día 12 de noviembre de 2019, M.L.M., y L.A.O., según su relato, alrededor de las 19 horas, se desplazaban por calle Cardenal José María Caro, desde Cal y Canto en dirección oriente, con la intención de llegar a la manifestación que se desarrollaba a esa ahora, y que había tenido lugar durante toda la jornada, en el sector de Plaza Baquedano, comuna de Santiago.
M. y L. iban por la vereda sur de Cardenal Caro, y al llegar a la altura de calle Purísima, se encontraron con varios vehículos y funcionarios de Carabineros de Chile, que se encontraban en ese lugar haciendo una barrera con el objetivo de que los manifestantes no pudieran acercarse al sector de Plaza Baquedano.
Debido al bloqueo del paso, en ese lugar se había aglomerado una gran cantidad de personas, quienes se quedaron en el lugar manifestándose y protestando por el bloqueo del tránsito y, en definitiva, por la restricción de desplazamiento para llegar al lugar de reunión. Carabineros intentaba repeler la manifestación con la acción del vehículo lanza agua y lanza gases, y, además, comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas y perdigones a las personas que ahí estaban. En el lugar no había enfrentamientos, algunos manifestantes gritaban improperios a los funcionarios y alguno lanzó objetos en repudio de la acción restrictiva de la circulación, así como a la dispersión desproporcionada que empezó a realizar Carabineros.
En ese momento, L. sintió un impacto de proyectil en el costado izquierdo de su espalda, precisamente en la zona lumbar, el cual le había sido disparado por un funcionario de Carabineros que se encontraba en la barrera a unos 15 o 20 metros de distancia, sin que si existiese una provocación por parte de L. ni una situación de agresión o amenaza de agresión activa contra los funcionarios de Carabineros. Por el contrario, en el lugar se encontraban alrededor de 40 funcionarios, muchos de ellos disparando con escopetas antidisturbios, protegidos con cascos y chalecos, sin identificación y con los rostros cubiertos, a pesar de que la multitud de personas estaba sólo manifestando y poder acercarse hacia el oriente.
Al momento de recibir el proyectil, L. fue asistida por M. y otros manifestantes, quienes intentaron limpiarle la herida con un poco de agua. Luego, la pareja decidió retirarse a su domicilio en la comuna de Independencia. Sin embargo, Carabineros también estaba obstruyendo el paso hacia el norte, por lo que tuvieron que caminar en dirección poniente hasta poder encontrar un paso para atravesar el río Mapocho.
A medida que las personas se retiraban del lugar, funcionarios de Carabineros empezaron a seguir a los grupos de gente, como una forma de amedrentarlos y asegurarse de que abandonaran el sector, incluso continuaban disparando lacrimógenas y perdigones contra los grupos de personas, por lo que las víctimas tuvieron que correr, a pesar de la lesión en la espalda de L.
Las víctimas caminaron por calle Ismael Valdés Vergara, y al llegar a la esquina de esa calle con 21 de mayo, en aquella esquina donde está ubicado un supermercado Santa Isabel, un grupo de carabineros que los seguía les disparó directamente al cuerpo, a una distancia aproximada de 10 metros, impactando uno de los proyectiles a M. en su glúteo izquierdo, sin que quedara alojado. Las víctimas pudieron ver que muchas personas resultaron heridas por esta acción de carabineros, quienes hostigaron, persiguieron y dispararon, sin necesidad alguna a las personas que habían intentado manifestarse.
Debido a que los proyectiles no les quedaron alojados en el cuerpo, las víctimas decidieron hacerse curaciones y limpiezas de las heridas en su domicilio, y no concurrieron a constatar lesiones. Ambos debieron hacer reposo relativo, ya que las contusiones provocadas por los proyectiles les provocaron dolores e inflamaciones que les impidieron realizar sus actividades normalmente por algunos días.