Hombre Chileno 18 Años

Admisible

Relato de la querella

Según el relato de la víctima, el día 12 de noviembre del año 2019, aproximadamente a las 23:00 horas, se encontraba cerca de las inmediaciones del Supermercado Santa Isabel ubicado en avenida Héctor Arce intersección con Ruta 5 norte Coquimbo, junto a una gran multitud de personas que comenzaron a gritar: “vienen los carabineros”. Debido a esto, comenzó a correr en dirección a una plaza donde advirtió que había personas que portaban carros de supermercado cargados con mercadería, luego se trasladó hacia la plaza Los Ángeles, donde fue abordado por funcionarios de la Policía de Investigaciones quienes llegaron al lugar apuntándolo con escopetas.

Refiere que en este contexto fue agredido por los funcionarios con golpes de rodilla en el cuerpo, para luego ser ingresado al vehículo policial donde también le propinaron golpes con mano abierta en el rostro.

Posteriormente, fue trasladado al recinto policial ubicado en calle Videla número 235 de Coquimbo, donde fue llevado a una habitación que estaba muy fría por lo que solicitó una bufanda a uno de los funcionarios quien mofándose se envolvió una de sus manos con la bufanda para luego agredirlo con golpes de puño en el rostro mientras le decía: “ah querí la bufanda”. También ingresó otro funcionario quien lo agredió con golpes de puño y pie en la cabeza.

Refiere haber sido obligado a desnudarse, incluso a levantarse los testículos.

No le informaron sus derechos ni le permitieron realizar una llamada, no lo trasladaron a constatar lesiones y según su relato fue obligado a firmar varios documentos con su huella dactilar donde afirmaba que no lo habían golpeado.

Además, indica haber observado como fue brutalmente golpeado otro detenido quien vomitó sangre durante la noche e incluso en la mañana del día 13 de noviembre de 2019, cuando se llevó a cabo la audiencia de control de detención en el Juzgado de Garantía de Coquimbo, en la que ambos fueron formalizados por el delito de robo en lugar no habitado, declarándose la legalidad de la detención.

Finalmente, refiere haber logrado identificar a uno de los funcionarios agresores de apellido A., quien tendría el cabello claro.

En los hechos las conductas descritas constituyen el delito de tortura del artículo 150 A del Código Penal, cometido por funcionarios/as de la Policía de Investigaciones.