Relato de la querella
Con fecha 06 de noviembre del año 2019, siendo aproximadamente las 18:30 horas, la victima J.C.A., encontrándose en las cercanías de la Plaza Soto Mayor, de la ciudad de Antofagasta, participando junto a otras personas de las manifestaciones pacíficas que se desarrollaban en dicho lugar, momento en el cual carabineros se encontraba cumpliendo funciones de seguridad en el sector, estos comienzan a lanzar bombas lacrimógenas por lo cual la victima al igual que otras personas comienzan a correr, con la intención de escapar de los disturbios y el accionar de carabineros.
Posteriormente la victima sube por las escaleras en dirección al Mercado Central de la Región de Antofagasta, encontrándose frente a frente con un carabinero a quien la victima reconoce haber empujado, para continuar con su camino.
I.uego el carabinero al cual se enfrenta la víctima, lo reduce en el piso para proceder a su detención, propinándoles golpes de puño en el rostro, tomándolo además del cuello para apretar su tráquea, evitando su respiración y obligándolo a la vez a hablar.
Finalmente el carabinero levanta del piso a la víctima para ser esta traslada al furgón institucional, lugar en que nuevamente el funcionario de Carabineros realiza golpes de puño a la víctima en su rostro, costillas y lo vuelve a golpear con la punta de sus bototos en los muslos, para luego pisar su espalda, con la intención de golpearlo en sus testículos, ante lo cual la victima cierra sus piernas como mecanismo de defensa, por lo que el funcionario de carabineros continúo golpeándolo de manera reiterada en los muslos, lo anterior mientras la víctima era trasladada a la Tercera Comisaria de Antofagasta.
Lo anterior, sin perjuicio de las agresiones psicológicas mediante insultos y denostaciones que recibió la victima por parte de otro funcionario que le gritaba «cállate huevón», mientras se procedía a su detención en la calle.
Que la víctima no logro individualizar al funcionario de carabineros que cometió las agresiones ya individualizadas, ya que éste no llevaba su nombre a la vista o algún otro tipo de individualización, tampoco fue capaz de verificar la patente del furgón que lo traslado junto a otros detenidos, ya que fue trasladado con la cabeza abajo y de manos hacia arriba y atrasa, pero la victima sería capaz de reconocer el rostro del funcionario que lo agredió.