Relato de la querella
El día 12 de marzo de 2020, en horas de la tarde -no determinadas en el relato de la víctima-, el adolescente de 14 años de edad B.I.M.C., refiere haber sido detenido y agredido por funcionarios de Carabineros de Chile en el contexto de una manifestación estudiantil junto a sus compañeros del Liceo Mariano Egaña, quienes se encontraban con otros estudiantes de diferentes establecimientos educacionales del sector oriente en diferentes puntos de Avenida Grecia, en la comuna de Macul, ciudad de Santiago.
Denuncia que fue sorprendido ocasionando desórdenes, y que ante la llegada de funcionarios de Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile en un vehículo policial que denomina “carnicero”, éstos se bajaron directamente a agredirlos, recibiendo por parte de uno de éstos un fuerte golpe en su hombro izquierdo con el bastón de servicio, agresión que habría generado que perdiera el equilibrio y por consecuencia su caída al piso. En este momento, refiere haber sentido un fuerte dolor en su hombro derecho, el que posteriormente fue diagnosticado como fractura de clavícula.
Encontrándose ya en el suelo e inmovilizado, manifiesta que alrededor de cuatro funcionarios de Carabineros de Chile se lanzaron sobre él, pese a encontrarse ya reducido, y que el mismo funcionario que lo golpeó habría tenido la intención de volver a agredirlo, siendo detenido a tiempo por una funcionaria mujer. La víctima indica identifica que aquel funcionario agresor es de tes blanca, alto y de cara delgada, y que además del golpe lo habría insultado con garabatos mientras era detenido. Posteriormente a aquello, fue arrastrado por el suelo por el grupo de funcionarios, desde sus brazos hasta el vehículo policial que se encontraba a algunos metros de distancia, provocándole grandes excoriaciones en su espalda, lesiones que al igual que el golpe de luma marcado en su piel, quedaron registradas en las fotografías obtenidas por profesionales del Instituto Nacional de Derechos Humanos, las que serán puestas a disposición de la investigación.
Posteriormente, fue trasladado junto a otros compañeros hasta la 43 Comisaría de Peñalolén, para luego ser conducido a un consultorio para que se realice la constatación de lesiones. Sin embargo, por las características y gravedad de sus heridas, fue derivado al Hospital Calvo Mackenna para tratar la fractura por un especialista traumatólogo, quien inmovilizó su brazo y lo entregó a los funcionarios policiales.