Hombre Chileno 24 Años

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  • Institución del querellado
  • Carabineros
  • Delito investigado
  • Tortura
  • Lugar del evento
  • Los Andes
  • Fecha del evento
  • 25-11-2019, 23:30 hrs.

Relato de la querella

El día jueves 25 de noviembre de 2019, las víctimas J.M.N.G., y B.E.R.B., fueron golpeados por Carabineros en la comuna de Los Andes.

Ese día, según el relato de las víctimas, después de asistir a una marcha pacífica, fueron a la casa de un amigo a compartir, y posterior a eso, ya de regreso a la casa de B., cerca de las 23:30 horas aproximadamente, cruzaron para tomar la calle Santa Teresa donde se encuentra la Tercera Comisaría de Carabineros. En ese momento se percatan que una carabinera escondida detrás de un pilar los visualiza y les comienza a gritar de manera desafiante: “qué andan mirando”, por lo que comienza una discusión.

Las víctimas refieren que cuando se estaban retirando del lugar, vieron salir alrededor de seis carabineros al frontis de la comisaría, de los cuales uno se acerca de forma muy violenta y descontrolada para detenerlos. Ante esto, las víctimas arrancan. B. llegó a la bencinera Petrobras, ubicada en la esquina de calle Esmeralda con calle Santa Teresa, cuando los “bomberos” trabajadores del lugar le indican “llegó carabineros”. Eran dos patrullas de San Felipe, dentro de los que se encontraba un funcionario de apellido V., de las cuales salieron efectivos a detener a B., propinándole fuertes golpes. Paralelamente, J., fue testigo de aquello, pidiéndoles a los Carabineros en todo momento que dejaran de agredir a su pareja.

En ese momento, señalan las víctimas que escuchan al funcionario V. gritar “a ella también”, por lo que la reducen de forma muy violenta, tirándola de cara al suelo y pisando su cabeza para que no pudiera levantarse. Luego la esposaron para ser subida al auto policial, mientras que a B. lo toman de forma violenta, tirándolo al suelo y, sin señalar el motivo de la detención, lo suben también a una de las patrullas con un carabinero de civil, quien le propinó golpes de puños desde el lugar de la detención hasta la comisaria. También lo amenazó de golpearlo más fuerte una vez que llegaran a la comisaría.

Una vez en la Tercera Comisaría de Los Andes, los bajan a cada uno de los autos; a J. la toman del pelo, tironeándola e insultándola, mientras que a B. lo empiezan a agredir de forma excesivamente violenta entre seis carabineros, propinándole golpes de pies y puños.

En el lugar, recuerdan las víctimas haber visto a un Carabinero “de edad” de apellido M. y a una funcionaria de apellido T. Esta última, que al parecer estaba de guardia, comenzó a gritar y golpear a B. en el corredor que queda antes de entrar a la sala de frente a los calabozos. Tal fue el descontrol de la funcionaria, que otros carabineros debieron intervenir para sacarla de allí.

Posteriormente B. fue ingresado a la sala antes referida, donde el Carabinero V., a quien las víctimas identifican como el principal agresor, habría comenzado a golpear a B. en los oídos. Según relatan, este funcionario da instrucciones a otros dos funcionarios para que no lo golpeen en a cara y así no le quedaran marcas. J., fue testigo de la agresión a su pareja, y solo pedía su derecho a una llamada y que le indicaran el motivo de la detención, lo cual fue negado en diversas ocasiones. Esto ocurrió por cerca de 10 a 15 minutos.

Refieren las víctimas que, en ese momento, comienza a vibrar el celular de J., quien intenta contestar para avisar que se encontraban detenidos. Sin embargo, al darse cuenta un carabinero, se abalanza sobre ella para quitarle el teléfono, propinándole “cachetadas” y golpes. Señala J. haber sido reducida por V. quien la asfixia brutalmente, ante lo cual ella grita que estaba embarazada, motivo por el cual la soltaron y la llevaron junto a dos funcionarias al baño, entre ellas la Carabinero T.

Posteriormente, ambos son llevados a constatar lesiones al Hospital San Juan de Dios de Los Andes. En el lugar, el Carabinero M. se burló de las lesiones que las víctimas tenían, haciendo alusión al ojo de color rojo de B., como provocado “por el consumo de marihuana”.

De regreso a la Comisaría, llevan a B. a la misma sala de frente a los calabozos. Allí V. vuelve a golpearlo en su cabeza tirándolo al suelo, lo arrastra hasta una pared en donde lo levanta del cuello, asfixiándolo, tirándolo nuevamente al suelo. Ahí le pregunta que si quiere “APLAUSOS” o “CHARCHAZOS”, refiriéndose a golpes reiterados en los oídos y a golpes en la cabeza, respectivamente. La víctima tenía todo el tiempo sus manos esposadas. Esto ocurrió por otros 15 minutos aproximadamente, luego el funcionario se detenía, y al rato continuaba con las agresiones.

Al terminar, lo trasladan a los calabozos, donde ya se encontraba J. No les dieron la oportunidad de llamar a nadie ni abrigo alguno, cabe señalar igualmente que B. estaba descalzo. Las víctimas refieren haber solicitado en varias ocasiones ir al baño, lo que fue negado durante toda la noche, siempre con burlas por parte de los funcionarios. Mientras tanto, los afectados pudieron advertir que las funcionarias registraban sus pertenencias, lanzando los celulares al suelo. Se burlaban también de los gritos de las víctimas solicitando les sacaran las esposas e ir al baño: les decían “después de un café”. Por lo anterior, J. debió orinar en el calabozo.

En la madrugada del día siguiente les quitaron las esposas y los dejaron ir al baño. Luego los trasladaron al Juzgado de Garantía de Los Andes, audiencia en la que se realizó denuncia por violencia policial.

Al día siguiente, J. recibe el siguiente diagnóstico presuntivo en el Hospital San Juan de Dios de Los Andes: “Contusión y equimosis mandibular, hombro izquierdo, rodilla bilateral, muñeca bilateral”.