Relato de la querella
Con fecha 20 de octubre, aproximadamente a las 16:00 horas, A.E.B.A. se encontraba transitando por Avenida Golondrinas en dirección a Avenida Costanera en la comuna de Hualpén, a bordo de un vehículo junto a cinco personas, oportunidad en la cual un grupo de personas se encontraba intentando ingresar a dependencias de Coca Cola Embonor S.A, la cual está ubicada, igualmente, en Avenida Golondrinas.
En estas circunstancias, encontrándose en movimiento el vehículo en el cual se encontraba la víctima junto a sus acompañantes, transitando por la referida Avenida, éstos son obligados a detenerse toda vez que son interceptados por una camioneta con funcionarios de Policía de Investigaciones y una patrulla de Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile, por lo cual debieron detener el vehículo de inmediato. En dicho momento, los funcionarios policiales descienden de sus respectivos vehículos ordenando a la víctima, A.E.B.A., y a sus acompañantes que bajen del vehículo.
En ese instante, los funcionarios de Policía de Investigaciones y Fuerzas Especiales, sin mediar diálogo, comienzan a golpear tanto a la víctima, A.E.B.A., como a las personas que lo acompañaban a bordo del vehículo, con golpes de puños, además de utilizar las armas de servicio, específicamente escopetas, así como también con escudos de Fuerzas Especiales. En dichas circunstancias, uno de los funcionarios policiales de Fuerzas Especiales manifiesta a los demás funcionarios “hay cámaras y pueden estar grabando”, por lo que todos los funcionarios policiales cesan de golpearlos y proceden a detenerlos, sin informarles el motivo de su detención, ni tampoco dando lectura a sus derechos.
Posteriormente son trasladados a la Segunda Comisaría de Concepción, en la que fueron obligados mediante coacción física y psíquica a firmar diferentes actas y sin cumplir con la obligación legal de constatar lesiones a los detenidos. Además, la víctima, A.E.B.A., y sus acompañantes hicieron entrega de su cédula de identidad a los funcionarios policiales, sin haberlas obtenido de vuelta hasta la fecha, siendo posteriormente dejados en libertad, en horas de la noche, sin pasar por ninguna audiencia de control de detención.
Consecuencia de los golpes proferidos, la víctima, A.E.B.A., sufrió contusiones en distintas partes de su cuerpo y además el aflojamiento de una de sus piezas dentales, producto de haber sido golpeado por uno de los funcionarios de Policía de Investigaciones con su arma de servicio.
Además, en medio de la violencia con la que actuaron los funcionarios policiales, procedieron a quebrar un vidrio del vehículo en el cual se desplazaba al momento de la detención la víctima y sus acompañantes, que si bien éste no es de propiedad de la víctima, éste fue arrendado por ella, por lo que tuvo que pagar los daños avaluados en $28.000 pesos.