Relato de la querella
El 06 de noviembre de 2019, la víctima de iniciales A.H.C.O, en la ciudad de San Antonio, sufrió tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de funcionarios de Carabineros de Chile.
De acuerdo con el relato aportado por la víctima a INDH, ese día se retiró a las 20:00 horas del Estadio Municipal de San Antonio, ubicado en la calle Barros Luco de la misma ciudad, lugar donde trabaja como electricista, vistiendo overol y portando implementos necesarios para su oficio. En ese momento, indica, se estaba desarrollando una manifestación que avanzó hacia la ciudad de Llolleo, por lo que caminó junto con la multitud. Una vez allí, cerca de las 20:30 horas, A.H.C.O. se dirigió hacia la antigua estación de tren de Llolleo, donde se encontraban algunos de sus amigos bebiendo cerveza en las líneas del tren, apartados de la manifestación. Indica que aproximadamente a las 21:00 horas, los manifestantes huyeron hacia el sector donde se encontraba la víctima y sus amigos, producto de los gases lacrimógenos que estaban utilizando Carabineros de Chile para dispersar la protesta. Afirma que todas las personas que se encontraban en el lugar, incluyendo a sus amigos, huyeron ante la presencia de cerca de diez funcionarios de Carabineros que se acercaron al lugar lanzando bombas lacrimógenas, pero él no pudo correr puesto que padece de artrosis que le afecta especialmente su tobillo izquierdo.
En ese contexto, señala, fue detenido por Carabineros, quienes lo arrojaron al suelo, le pegaron con sus bastones de servicios en las costillas, rodillazos en los muslos y bofetadas, y lo esposaron. Refiere que los funcionarios le acusaban de andar protestando, a lo que el respondía que no, que venía del trabajo, mostrando su uniforme. Asegura que un canal de televisión local registró el momento de su detención.
Indica la víctima que un funcionario -quien, según se percató la víctima, tenía el rango de capitán-, ordenó que lo subieran al furgón y lo trasladaran a la Subcomisaría de Llolleo. En cumplimiento de lo anterior, los otros funcionarios lo subieron al furgón policial, antes de lanzar gases lacrimógenos directamente a su interior, en el que se encontraba solamente la víctima, causándole dificultades para respirar, ante lo cual imploraba que le abrieran la puerta, sin que accedieran a su petición.
Al llegar a la Subcomisaría de Llolleo, refiere haber sido bajado del furgón, esposado, y arrojado al piso. Afirma que el funcionario que tenía rango de capitán ordenó a los otros funcionarios (cerca de tres): “pónganle una bolsa en la cabeza a este viejo conchesumadre para que le dé un infarto al corazón y se muera al tiro”, lo cual fue obedecido por sus subalternos, quienes le pusieron una bolsa en la cabeza y la apretaron con la mano en el cuello. Indica haber recibido en el suelo golpes de puño, de bastones de servicio y patadas en todo el cuerpo, así como bofetadas en la cara, durante entre cinco a diez minutos en el suelo, mientras los agresores le gritaban “¡muérete!”.
Posteriormente, explica, fue llevado al interior de la Subcomisaría de Llolleo, donde debió permanecer sentado en una silla, sin que se le registrara, por cerca de 30 minutos. Luego, indica, un furgón con otros funcionarios de Carabineros distintos a 4 los que lo detuvieron llegó a buscarlo a la Subcomisaría, y lo llevaron a otra manifestación que se estaba desarrollando cerca del supermercado Líder de San Antonio, donde estuvo entre 30 minutos y una hora. Allí, señala, la víctima recibió desde dentro del furgón policial piedras de manifestantes, por lo que pedía que lo trasladaran a la Comisaría o bien a constatar lesiones.
Finalmente, fue trasladado para este último trámite al Hospital Claudio Vicuña de San Antonio, donde permaneció hasta cerca de la 1:00 horas, sin que se le entregara algún documento de respaldo. Refiere que tenía mucho dolor en todo el cuerpo, especialmente en su tobillo izquierdo.
Después, relata, lo trasladaron a la 1° Comisaría de San Antonio, donde fue registrado y grabado con videocámaras por los funcionarios, oportunidad en la cual manifestó haber sido torturado previamente.
Cabe señalar que las torturas y malos tratos de las que fue objeto la víctima fueron señaladas en la audiencia de control de detención de fecha 7 de noviembre de 2019 ante el Juzgado de Garantía de San Antonio, y fueron además denunciadas a través del formulario de denuncia presentado por la propia víctima ante dicho tribunal con misma fecha.
En los hechos, las conductas descritas constituyen el delito de tortura del artículo 150 A del Código Penal, cometido por funcionarios de Carabineros de Chile.
La víctima actualmente cuenta con documentos de salud emitidos por el Hospital Claudio Vicuña de San Antonio y fotografías de las lesiones, los que serán aportados a la Fiscalía local respectiva, dentro del marco de la correspondiente investigación de los hechos motivo de esta querella.