Relato de la querella
Según manifestó la víctima N.A.P.H. de 15 años de edad, el día 21 de octubre de 2019, alrededor de las 16:30 horas, se encontraba participando de forma pacífica de una manifestación convocada en plaza Baquedano, en contexto del “estallido social” que se desarrolla en Chile desde el 18 de octubre de 2019.
Hasta el lugar llegó un amplio contingente policial de Carabineros, quienes comenzaron a utilizar distintos mecanismos para dispersar a los manifestantes, cerrando el acceso a la plaza desde calle Vicuña Mackenna con carros lanza aguas y manteniendo un piquete de carabineros por calle Merced, al tiempo que utilizaron carros lanza gases por Av. Libertador Bernardo O’Higgins.
Debido a lo anterior y al verse afectado por los disuasivos químicos (gas lacrimógeno) utilizados en el sector por Carabineros, N.A.P.H. decidió alejarse del lugar caminando en dirección al puente Pio Nono, pero tomando finalmente la Av. Libertador Bernardo O’Higgins por el bandejón central.
En el bandejón, se sentó a un costado de una palmera a aproximadamente 10 metros de calle Vicuña Mackenna, pudiendo observar como otras personas echaron abajo un semáforo ubicado en la esquina de la misma calle con la Alameda, estructura que luego utilizaron para cerrar el paso, ante lo que un carabinero que se encontraba apostado en Av. Libertador Bernardo O’Higgins, aproximadamente a 30 metros de calle Irene Morales, junto a otros 3 efectivos policiales, disparó su escopeta antidisturbios, siendo N.A.P.H. alcanzado por un balín de goma en la cara interna de 3 su muslo izquierdo, el que si bien no penetró lo suficiente para quedar alojado en su pierna, generó una herida que de forma casi inmediata le comenzó a arder y a sangrar.
Debido a dicha lesión, N.A.P.H. decidió dirigirse a su domicilio ubicado en calle Loreto, caminando por el Parque Forestal. Una vez en su casa, es auxiliado por su padre ANIBAL PINTO SOLARI, quien constató el estado de la herida.
Respecto a ello, sus padres decidieron no llevarlo a constatar lesiones a un centro asistencial de salud por temor a posibles represalias.
Tras dicho episodio, N.A.P.H. comenzó a evidenciar afectación psíquica y emocional, presentando gran sensación de miedo ante la necesidad de salir a la calle, temblores en todo el cuerpo, angustia generalizada, fantasías de persecución e insomnio, logrando dormir todos los días entre 4 y 5 horas con mucho esfuerzo.